La crisis ha
acentuado –está acentuando– las desigualdades de renta entre ricos y pobres en
los países más desarrollados del planeta, mientras aumentan los niveles de
pobreza, sobre todo entre jóvenes y niños. Así lo constata la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe hecho público
hoy. Los datos comparan la evolución de la renta disponible entre el 2007 y el
2010, por lo que –subrayan los autores del estudio– se trata sólo del
“principio” del problema. En la medida en que la crisis persiste –con algunos
países en recesión– y que cada vez hay más parados que pierden la prestación de
desempleo, la situación no puede sino empeorar.
“Las desigualdades de renta han crecido más en los tres
primeros años de la crisis que en los 12 años anteriores”, remarca el informe
de la OCDE, aunque esta progresión –añade– ha sido suavizada en la práctica por
las políticas fiscales y las transferencias sociales. Con todo, una vez sumados
estos factores correctores, el 10% de la población más rica en los 33 países de
la OCDE ganó en el 2010 hasta 9,5 veces más que el 10% más pobre, cuando en el
2007 era 9 veces.
“Estos datos preocupantes subrayan la necesidad de proteger
a los más vulnerables de la sociedad, especialmente cuando los gobiernos
prosiguen la necesaria tarea de controlar el gasto público”, declaró el
secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. Los recortes sociales –alerta el
informe– “amenazan con profundizar la desigualdad y la pobreza en los próximos
años”.
Los niveles de pobreza han aumentado ya a causa de la
crisis. En el 2010, según el estudio, la pobreza –entendida como tal una renta
inferior el 50% de la renta media disponible– afectaba ya al 11% de la
población de la OCDE. Esta progresión ha sido particularmente acusada entre los
niños (que ha pasado en tres años del 13% a 14%) y los jóvenes (del 12% al
14%), mientras que la incidencia de la pobreza entre la gente mayor –más
protegida por los gobiernos– ha bajado del 15% al 12%.
España, donde la crisis ha sido particularmente grave y donde
el paro alcanza unos niveles extremadamente elevados, aparece en el informe de
la OCDE más bien mal colocada. España es, por ejemplo, uno de los países donde
la renta global ha caído de forma más acusada (un 6%), donde las desigualdades
han crecido más (2,5 puntos, frente a 1,3 de media) y donde la pobreza alcanza
a más familias (un 15%), aunque por detrás en esta caso de Japón y Estados
Unidos. Único consuelo, España aparece como uno de los países donde las
transferencias fiscales y sociales son más altas.
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