François
Hollande y Angela Merkel tuvieron ayer palabras muy duras contra el régimen de
Kiev por la violenta represión de los manifestantes de la plaza Maidan y
reclamaron aplicar sanciones selectivas contra la cúpula dirigente de Ucrania
con el fin de forzarle a abrir un diálogo con la oposición. El presidente
francés y la canciller alemana, que ayer se reunieron en el palacio del Elíseo
–el azar del calendario quiso que la crisis ucraniana coincidiera con el 160º Consejo
de Ministos Franco-Alemán–, acusaron al régimen de cometer “actos
incalificables, intolerables” y pidieron el cese inmediato de la violencia.
La eventual imposición de sanciones –que París y Berlín
quieren graduales y limitadas a la clase dirigente, sin efectos sobre la
población– será abordada hoy en Bruselas en una reunión extraordinaria de los
ministros de Asuntos Exteriores de los 28. La pareja franco-alemana ha
fraguado, con este fin, una alianza con Polonia, con cuyo presidente. Donald
Tusk –claramente a favor de las sanciones–, se entrevistaron ayer
telefónicamente Hollande y Merkel. Los representantes de la diplomacia de los
tres países viajarán hoy mismo a Kiev para intentar una difícil mediación.
A favor de la imposición de sanciones se ha manifestado
también Suecia, pero otros socios comunitarios, como Rumanía, se muestra
reticentes. Hollande y Merkel insistieron ayer en que las sanciones tendrían un
alcance limitado y selectivo, y se dirigirían exclusivamente contra los
“responsables” de la violencia –a quienes se les pueden congelar sus haberes en
Europa o negarles el visado–. Y que en ningún caso serían un objetivo en sí
mismo, sino una manera de presionar a Kiev para que retome el diálogo con la
oposición. El presidente francés y la canciller alemana subrayaron que la
solución a la crisis sólo puede ser política y que la negociación entre las
partes debe culminar en unas elecciones.
Estados Unidos, que a través de un portavoz de la Casa Blanca
calificó lo sucedido en Kiev de “totalmente escandaloso”, estudia también la
eventual imposición de sanciones, igualmente con el objetivo de forzar una
negociación. “Deseamos que (el presidente) Yanukovitch reúna al pueblo,
dialogue con la oposición y encuentre los términos de un compromiso”, señaló el
secretario de Estado, John Kerry.
La crisis en Ucrania monopolizó una buena parte de la
reunión del Consejo de Ministros Franco-Alemán y de la entrevista previa entre
Hollande y Merkel, pero la cita en sí misma contenía otros puntos importantes
en la agenda. No se tomaron ayer muchas decisiones, pero entre las que se
adoptaron destaca por su fuerza simbólica la de enviar a un destacamento de la
Brigada Franco-Alemana a Mali. Su papel será limitado –no participará en
acciones de combate, sino que integrará el contingente europeo destinado a
tareas de formación del ejército maliense–, pero constituirá la primera
intervención militar exterior conjunta de Francia y Alemania. Y muy
probablemente no será la última.
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