viernes, 4 de noviembre de 2011

Integristas contra caricaturistas

En el 2006, los integristas islámicos inundaron de amenazas al semanario satírico francés Charlie Hebdo por haber osado publicar las controvertidas caricaturas del profeta Mahoma. Cinco años después, han pasado al acto. Unos desconocidos perpetraron en la noche del martes al miércoles un atentado contra la sede de la publicación, situada en el bulevar Davout (en el distrito 20 de París), sobre la que lanzaron al menos un cóctel molotov. El fuego prendió en el sistema informático y destruyó completamente la redacción del semanario. Debido a la hora en que se produjo el ataque, no hubo heridos.

Al cierre de esta edición, el atentado - así lo calificó el ministro del Interior, Claude Guéant-,no había sido reivindicado y la policía no daba por cerrada ninguna pista. Sin embargo, el director de Charlie Hebdo,el diseñador Charb, no dudó en vincularlo directamente a la aparición del número de esta semana, dedicado al triunfo de los islamistas en las elecciones tunecinas y titulado provocativamente Charia Hebdo."En los últimos días hemos recibido numerosas cartas de protesta, insultos y amenazas, a través de Facebook y Twitter", explicó. Como para corroborar sus palabras, el sitio web del semanario sufrió ayer el ataque de piratas informáticos, que colgaron de su página principal una foto de la gran mezquita de La Meca y la frase en inglés "Not god but Allah" (No hay más dios que Alá).

El ataque no evitó, sin embargo, que el número saliera ayer a la calle. Ya fuera por curiosidad, por solidaridad, por afán coleccionista, o por todo un poco, el semanario se agotó en la mayoría de quioscos en unas horas.

"Todo ha quedado destruido", se lamentaba ayer Patrick Pelloux, cronista del semanario, afectado por los efectos del atentado. Para evitar que la publicación deje de salir la semana que viene a causa de este ataque, el director del diario Libération,Nicolas

Demorand, ofreció albergar en sus locales a la redacción de Charlie Hebdo el tiempo que haga falta. Dicho y hecho, los responsables del semanario empezaron a instalarse a primera hora de la tarde.

"Nosotros sólo hemos hecho nuestro trabajo. Nosotros hacemos humor. La provocación la hacemos todas las semanas", explicó el director de la revista en la emisora de radio Europe 1, donde aclaró que el número dedicado al empuje islamista en Túnez y Libia no incluye ninguna caricatura de Mahoma, que aparece presentado como "un tipo gracioso".

Toda la clase política francesa reaccionó de forma unánime para condenar el ataque contra Charlie Hebdoydefenderla libertad de expresión. El primer ministro, François Fillon, expresó su "indignación" por el atentado y pidió al ministro del Interior que se esclarezcan los hechos y se persiga a sus autores. En términos parecidos se expresaron ministros como Nathalie Kosciusko-

Morizet o Xavier Bertrand, así como el secretario general de la UMP, Jean-François Copé. Lo mismo hicieron el candidato del Partido Socialista al Elíseo, François Hollande, y otros dirigentes de la izquierda francesa. También el presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), Mohamed Musaui, condenó el ataque y juzgó que la imagen de la portada era "menos violenta" que la del 2006.

La reacción política fue muy diferente a la que suscitó, en el 2006, la publicación por este mismo semanario de las polémicas caricaturas de Mahoma aparecidas en varios medios de Dinamarca. En aquel momento, el entonces presidente de la República, Jacques Chirac, deploró la reproducción de las caricaturas, por considerar que eran una "provocación manifiesta" y podían herir la sensibilidad de los ciudadanos que profesan la religión musulmana.

Católicos contra una obra de teatro


Organizaciones ultracatólicas han mostrado su indignación por la mofa que, según ellas, hace de Jesucristo el artista Dieudonné en un monólogo teatral en París. Si un día rezaron el rosario en la sala, el pasado sábado se manifestaron en la plaza de Pyramides, donde hubo choques con la policía.

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