miércoles, 3 de julio de 2013

Velázquez en la pasarela

Un espectacular vestido de novia de punto blanco, con un cuello negro y y unas mangas de organdí abiertas hasta formar una especie de cola, en el que la modelo española Nieves Álvarez parecía volar hacia el altar, cerró el desfile en el que el creador francés Stéphane Rolland presentó los 33 modelos de su colección de alta costura para la temporada de invierno. Fue el único toque de luz en un desfile marcado por el negro y el azul oscuro. Como la noche.

Inspirada en las hieráticas figuras femeninas y la pintura tenebrista de Velázquez, la elegante y minimalista propuesta de Rolland tiene algo de la severidad castellana, de la sombría austeridad mesetaria de la corte de Felipe IV –los cuellos plisados, esculpidos, evocan el siglo XVII–, pero pespunteada con toques de sensualidad, aquí una transparencia, allá una espalda descubierta... Un cuerpo femenino a la vez “púdico e impúdico, velado y revelado”, en palabras del creador.

En sus modelos, con largos vestidos y faldas de satén o gasa, hay elementos recurrentes en las colecciones de Rolland, como las solapas de los smoking o los cinturones con cristales de espejo, que buscan provocar brillos de luz.

Celebrado en un pabellón anexo al estadio parisino Pierre de Coubertin, el desfile fue abierto y cerrado por Nieves Álvarez, convertida en la musa de Stéphane Rolland, que la temporada anterior la convenció de regresar a las pasarelas. El acento español del evento fue rubricado por el bailaor flamenco Rafael Amargo, quien, situado en el centro del escenario y enteramente de negro, bailó a lo largo de todo el desfile.
Las creaciones de Stéphane Rolland, de 47 años, son habituales en las alfombras rojas. La actriz española Paz Vega es una de las asiduas del modisto francés, de quien también han lucido vestidos Rihanna, Lady Gaga, Cheryl Cole o Kim Kardashian.



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