martes, 16 de julio de 2013

Marianne, a pecho descubierto

En 1830, el pintor romántico Eugène Delacroix retomó el mito de Marianne, símbolo de la Revolución Francesa, para encarnar al personaje central de su legendaria obra “La libertad guiando al pueblo”, en el que una mujer con el tradicional gorro frigio, una bandera tricolor en la mano derecha y un fusil en la izquierda, avanza con decisión sobre los restos de una barricada, los senos desnudos como alegoría de las ansias de emancipación. Cerca de dos siglos después, la activista ukraniana Inna Shevchenko, líder de la organización feminista Femen –cuyas protestas se hacen justamente a pecho descubierto–, ha inspirado la imagen de Marianne en un nuevo sello oficial de Correos, para escándalo de los medios conservadores.

El presidente francés, François Hollande, quería para el nuevo sello de su quinquenato una “Marianne de la juventud” y así la calificó cuando descubrió el diseño del timbre el pasado domingo, fiesta nacional del 14 de Julio, en el Elíseo. Pero la nueva Marianne, votada por amplia mayoría entre un millar de alumnos de secundaria, guardaba un secreto que el presidente, al parecer, ignoraba. Y que uno de los dos autores del dibujo, Olivier Ciappa –que ha trabajado con David Kawena–, se encargó de desvelar: los rasgos de la nueva Marianne están fundamentalmente inspirados en los de Inna Shevchenko. “En 1789, Marianne habría sido sin duda una Femen”, adujo.

La idea, es lo menos que cabe decir, no ha sido igualmente apreciada por todo el mundo. Cada vez más radicalizada, la exministra Christine Boutin, que recientemente ha abandonado la presidencia del Partido Demócrata Cristiano para fundar un nuevo movimiento, ha calificado lo sucedido con el sello de “escándalo” y ha llamado a boicotearlo. Lo mismo ha hecho su antiguo partido, así como la formación de extrema derecha Primavera Francesa, que ha surgido a raíz del movimiento contra la legalización del matrimonio homosexual. “Provocador e inoportuno” lo juzgó a su vez el diputado de la UMP, el partido de Sarkozy, Eric Ciotti.

Tanta excitación no viene de la nacionalidad de Shevchenko ni del hecho de que las Femen aparezan semidesnudas en sus actos de protesta, sino de las acciones que este grupo ha realizado recientemente contra la Iglesia católica, particularmente sus dos incursiones, senos desnudos, en la catedral de Notre Dame de París. Inna Shevchenko, de 23 años, inició su movimiento en Ukrania para denunciar el sexismo en su país, pero una osada acción en protesta por la condena del grupo contestatario Pussy Riot en Rusia –consistente en serrar una cruz ortodoxa– la forzó a exiliarse en agosto del 2012.

Instalada en Francia, donde recientemente ha obtenido el estatuto de refugiada, Shevchenko reconstituyó el grupo Femen con nuevas incorporaciones y empezó a realizar acciones de protesta en su país de acogida –contra los opositores a las bodas gais, contra el islam en el exterior de la mezquita de París, frente al Elíseo...– y en otros de su área de influencia. Una de sus últimas acciones fue en Túnez, donde tres activistas de Femen –dos francesas y una alemana– fueron encarceladas durante cerca de un mes y posteriormente liberadas, tras ser condenadas a una pena condicional de cuatro meses y un día que no tuvieron que cumplir.

Fiel a su carácter provocador, Inna Shevchenko celebró su aparición en el sello oficial de Correos para desafiar una vez más a sus oponentes a través de Twiter: “Femen está en un sello francés. Ahora, todos los homófobos, extremistas y fascistas tendrán que lamer mi culo cuando quieran enviar una carta”. 


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