Google pagará a
la prensa francesa de información general 60 millones de euros por difundir sus
contenidos por internet. No conceptualmente, pero sí en la práctica. La
dirección del grupo norteamericano, líder mundial de los motores de búsqueda en
la red, y los editores franceses llegaron ayer tarde a un acuerdo en este
sentido bajo el padrinazgo –y la presión– del Elíseo después de dos meses de
negociaciones. El presidente francés, François Hollande, había impuesto a ambas
partes un plazo para encontrar una solución negociada al litigio –que terminó
el jueves a medianoche–, bajo la amenaza de establecer por ley una tasa para
obligar a Google a pagar una compensación económica a la prensa.
El presidente de Google, Eric Schmidt, calificó anoche en
París el acuerdo de “histórico”, adjetivo que fue superado por el presidente
francés, quien lo juzgó un “acontecimiento mundial”. El acuerdo fue cerrado en
una reunión en el Elíseo con la participación directa de Hollande, Schmidt y la
presidenta de la Asociación de la Prensa de Información Política y General,
Nathalie Collin, además del mediador del Gobierno, Marc Schwartz, cuya labor
fue elogiada por las partes.
Los 60 millones que Google pagará a los editores no lo serán
en concepto de una tarifa por difundir por internet los artículos publicados en
los periódicos, sino que dotarán un fondo –gestionado por una comisión
independiente– para financiar proyectos que ayuden a culminar la “transición
digital” de la prensa. Los únicos potenciales beneficiarios de este fondo, que
contará asimismo con la ayuda técnica de Google, serán los periódicos de
informacion general y política –tanto de difusión nacional como regional–,
independientemente de que sean editados en papel o aparezcan únicamente en
internet (los llamados pure players)
El acuerdo prevé también el establecimiento de acuerdos
comerciales entre el grupo estadounidense y los editores de prensa franceses
para que éstos puedan mejorar sus ingresos publicitarios en línea,
fundamentalmente a través de plataformas ya existentes de Google como AdSense,
AdMob y AdExchanges.
La solución encontrada para que los periódicos obtengan una
remuneración de Google salvaguarda los principios invocados por el gigante
norteamericano, que blandiendo el argumento de la gratuidad de internet se
negaba en redondo a pagar una tarifa. Y que incluso llegó a amenazar con dejar
de referenciar a los diarios franceses en su motor.
Los editores franceses, que acusaban a Google de hacer
negocio con la publicidad a su costa, reclamaban que el grupo norteamericano
pagara derechos –una suerte de derechos de autor– por cada vez que referenciaba
en su motor de búsqueda un artículo publicado en los diarios. Los editores de
prensa argumentaban que si Google se lleva la parte del león del gasto
publicitario de internet en Francia –1.100 millones de euros, frente a sólo 150
millones la prensa– es gracias en buena parte a la actualización de los
contenidos informativos que suministran los periódicos.
François Hollande se mostró satisfecho de haber abierto la
vía para que se establezca una “alianza entre los productores de contenidos y
quienes difunden esos contenidos”. Schmidt, que afirmó el compromiso de Google
con el futuro de la prensa –“vital para la democracia”, dijo–, consideró que
“un acuerdo es mejor que una ley” y elogió la forma en que el presidente
francés planteó y bordó las negociaciones.
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