Dominique
Strauss-Kahn está dispuesto a poner sobre la mesa el dinero que tiene y el que
no tiene para cerrar definitivamente el caso de la presunta agresión sexual que
cometió el 14 de mayo de 2011 contra la camarera del hotel Sofitel de Nueva
York Nafissatou Diallo, que le costó su cargo como director del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y truncó su carrera hacia el Elíseo. Exculpado por la vía penal
por falta de pruebas –la fiscalía tiró la toalla por las contradicciones de la
supuesta víctima–, la vía civil sin embargo ha seguido abierta.
Dieciocho meses después, Strauss-Kahn, quien al principio
había asegurado que no iba a pagar nada porque era inocente –siempre ha alegado
que se trató de una relación “inapropiada” pero consentida–, se dispone a
cerrar definitivamente el caso. El ex ministro francés, de 63 años, y la
camarera del Sofitel, de 33, estarían a punto de concluir un acuerdo económico,
que podría ser firmado el próximo día 7, para zanjar el asunto y evitar un
juicio de salida incierta para ambas partes, según informaron a partir de
fuentes diferentes los diarios The New York Times y Le Monde.
La magnitud de la indemnización, que el vespertino francés
cifró en seis millones de dólares (4,6 millones de euros) no ha sido confirmada
–los abogados de Strauss-Kahn la han desmentido– y probablemene no lo sea
nunca. Habitualmente, este tipo de acuerdos estipulan severas condiciones de
confidencialidad. Pero, según especialistas en el funcionamiento de la justicia
estadounidense, a la vista de la gravedad de los hechos en cuestión, será sin
duda millonaria.
Citando como fuentes a amigos de Strauss-Kahn, Le Monde cifra la indemnización en 4,6 millones de
euros, la mitad de los cuales serían sufragados por Strauss-Kahn vía la
petición de un crédito bancario y la otra mitad le serían prestados por su
esposa, Anne Sinclair, de la que está separado –aunque no divorciado– desde el
pasado mes de junio. Sinclair, directora de la edición francesa de The Huffington Post y heredera de un rico colecionista
de arte, ya costeó en el 2011 la caución exigida por la justicia norteamericana
–otros seis millones de dólares– para dejar salir a Strauss-Kahn de la prisión
de Rikers Island, el alquiler de la casa donde se alojó durante tres meses –a
razón de 50.000 dólares, esto es, unos 38.500 euros, al mes– y al equipo de
defensores.
Los abogados norteamericanos de Strauss-Kahn, William Taylor
y Amit Mehta, desmintieron en un comunicado que existiera un acuerdo entre su
cliente y Nafissatou Diallo, y calificaron de “completamente falsas” las cifras
apuntadas por Le Monde como indemnización. Sin embargo,
confirmaron la existencia de conversaciones para alcanzar un acuerdo amistoso.
El juez que preside el tribunal encargado del caso, Douglas McKeon, ha
confirmado por su parte que la semana que viene podría haber una sesión en el
tribunal sobre el caso. Podría ser para la firma del acuerdo. En el tribunal
del Bronx que preside McKeon, el 90% de los litigios civiles se saldan con un
pacto.
La detención de Strauss-Kahn por la policía de Nueva York el
14 de mayo del 2011, cuando estaba a punto de despegar hacia París, acusado de
violación causó un tremendo seísmo en Francia, pues el entonces director del
FMI era el más claro favorito para las presidenciales del 2012.
A partir de este caso, Strauss-Kahn se ha visto envuelto en
Francia en otros dos asuntos similares. La escritora y periodista Tristane
Banon le acusó a su vez de un presunto intento de violación ocurrido en el
2003. Pero la fiscalía archivó el caso porque al calificar los hechos de
agresión sexual –y no de tentativa de violación– el delito había prescrito.
Strauss-Kahn se ha librado también de otra acusación de violación en el caso de
la red de prostitución del hotel Carlton de Lille, en el que sin embargo está
imputado por proxenetismo. El tribunal decidirá sobre su suerte el próximo 19
de diciembre.
Negocio en blanco y negro
Siempre hay avispados que aprovechan cualquier cosa para
hacer negocio. Es el caso de los promotores de un sitio web de encuentros
mixtos –entre blancos y negros– creado en el 2011 y con una más que curiosa
dirección: wwww.nafissatou.fr. El sitio, que reivindica más de 300.000
inscritos, aprovechó ayer para lanzar una nueva campaña de difusión.
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