miércoles, 4 de julio de 2012

La justicia, tras la pista de Sarkozy

Mientras Nicolas Sarkozy, su esposa, Carla Bruni, y su hija menor, Giulia, empezaban unos días de vacaciones en Canadá, el juez de Burdeos Jean-Michel Gentil y una decena de agentes de la brigada financiera de la Policía Judicial entraron en su domicilio, un hôtel particulier situado en la exclusiva zona residencial de Villa Montmorency –en el distrito XVI de París–, en busca de documentos relacionados con el caso Bettencourt. El registro, realizado ayer por la mañana, se extendió también al nuevo despacho que Sarkozy, en tanto que ex presidente de la República, tiene en la calle de Miromesnil –distrito VIII–, a dos pasos del Elíseo. Según Le Monde, también fue registrado el bufete que Sarkozy comparte con el abogado Arnaud Claude, en el distrito XVII.

La justicia no ha tardado ni un mes desde que Sarkozy perdiera la inmunidad penal que le protegía en tanto que jefe del Estado –el pasado 16 de junio, justo un mes después de abandonar la presidencia– para seguirle la pista. El juez instructor del caso Bettencourt sospecha que Sarkozy podría estar implicado en un caso de financiación irregular, al haberse presuntamente beneficiado en 2007 de fondos ilegales para su campaña electoral de parte de la heredera y principal accionista del grupo de cosméticos L’Oréal, Liliane Bettencourt, de 89 años. Por el momento, no hay ningún cargo contra Sarkozy, que no está imputado. Pero no está descartado que pueda ser llamado a declarar como testigo.

El juez Gentil comunicó por teléfono a Sarkozy el registro inminente de su domicilio a las 6h30 de la mañana –la 1h30 en Canadá–, cuando se encontraba ya de hecho frente a la puerta de la casa, según informó el canal de televisión LCI. El abogado del ex presidente francés, Thierry Herzog, confirmó el registro pero vaticinó su inutilidad: “Estos registros, cuando habían sido enviados a este magistrado hace quince días todos los elementos necesarios, se revelarán actos inútiles”, afirmó el letrado en un comunicado.

El juez está interesado en comprobar si dos retiradas de dinero –de 400.000 euros cada una– efectuadas en la cuenta de Bettencourt en febrero y abril de 2007 fueron a parar a manos del equipo de campaña de Sarkozy. Algunos ex empleados de la multimillonaria sostienen que el entonces candidato al Elíseo visitó varais veces la mansión familiar de los Bettencourt, en Neuilly-sur-Seine, para recibir dinero.

Nicolas Sarkozy lo niega. Y para demostrar que no tiene nada que esconder, remitió hace quince días al juez una copia de su agenda de 2007, en la que aparece una única reunión –el 24 de febrero, a mediodía– con el marido de Liliane Bettencourt, André Bettencourt, fallecido a finales de ese año. El abogado del ex presidente facilitó asimismo ayer al juez la identidad de los agentes de policía encargados de la seguridad de Sarkozy en la época para que puedan testificar sobre la veracidad de este encuentro.

El juez cuenta asimismo con el testimonio de la ex contable de Bettencourt, Claire Thibout, quien sostiene que a principios de 2007 se entregaron 150.000 euros al entonces tesorero de la campaña de Sarkozy, Eric Woerth. El ex ministro de Trabajo, cuya mujer trabajaba en la sociedad que administraba la fortuna de la propietaria de L’Oréal, está procesado por este caso y su implicación le costó abandonar el Gobierno en noviembre de 2010.

El caso salió a la luz pública como consecuencia de la guerra familiar que ha enfrentado a Liliane Bettencourt y su hija, Françoise Bettencourt-Meyers, que acusó al entorno más cercano de su madre de aprovecharse de su estado de senilidad para sacarle el dinero. Fue a raíz de la difusión de unas grabaciones de conversaciones privadas realizadas por el antiguo mayordomo que se destapó la existencia de un presunto caso de financiación ilegal.

Éste es el único caso judicial en el que Nicolas Sarkozy aparece citdo en el sumario, aunque hay otro asunto –también de financiación ilegal– que amenaza con salpicarle. Se trata del llamad caso Karachi, en el que se investiga si la venta de tres submarinos franceses Augusta a Pakistán en 1994 dio lugar al pago de comisiones ilegales, una parte de las cuales podría haber regresado subrepticiamente a Francia en forma de “retrocomisiones” para financiar la campaña del entonces primer ministro Édouard Balladur, candidato al Elíseo en las elecciones de 1995. Sarkozy era el portavoz de su equipo de campaña, dos de cuyos miembros –amigos del ex presidente francés– han sido procesados.

Sarkozy es el segundo presidente de la V República en el que se interesa la justicia una vez abandonado el cargo. Su antecesor, Jacques Chirac, fue condenado el pasado mes de diciembre por los delitos de malversación de fondos públicos, abuso de confianza y prevaricación en el caso de los empleos ficticios de la alcaldía de París, y sentenciado a dos años de cárcel con suspensión condicional de la pena.


Imputada la juez instructora

La juez de Nanterre Isabelle Prévost-Desprez, la primera que instruyó el caso Bettencourt antes de que el sumario fuera trasladado a Burdeos, ha sido formalmente imputada por vulneración del secreto de instrucción en este mismo caso. Prévost-Desprez es acusada de haber filtrado información al diario Le Monde.






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