La justicia francesa emitió el jueves una orden de arresto contra el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, a quien acusan de desvío de fondos públicos y blanqueamiento de dinero. El hijo del autócrata ecuatoguineano, Teodoro Nguema Obiang, también conocido por Teodorín, había sido citado el pasado miércoles por los jueces que investigan los casos de malversación de diversos líderes africanos, Roger Le Loire y René Grouman, para formalizar su inculpación. Pero el interesado no se presentó ante los magistrados del Polo financiero de París.
El abogado de Teodorín Nguema Obiang, Emmanuel Marsigny, rechazó en declaraciones a la agencia France Presse la validez de la orden de arresto, que calificó de “nula” en razón de la inmunidad diplomática de su cliente. El hijo del presidente Obiang, hasta entonces ministro de Agricultura y Bosques, fue nombrado el pasado mes de mayo por su padre vicepresidente segundo para la Defensa y la Seguridad, lo que la oposición ve como una señal de que Teodoro Obiang ha empezado a preparar su sucesión. Este estatuto, de paso, le protege.
Como lo protege en Francia el hecho de ser delegado permanente adjunto de su país ante al Unesco. A este respecto, el abogado William Bourdon, presidente de la organización anticorrupción Sherpa –que presentó, junto a Transparencia Internacional, la demanda que dio lugar a la actual instrucción–, instó ayer al Gobierno francés a rechazar la concesión del título especial de residencia adjunto al cargo y que le confiere inmunidad diplomática.
Los jueces que instruyen el sumario ejecutaron el pasado mes de febrero un espectacular registro que duró diez días en la mansión –hôtel particulier– que Teodorín Nguema Obiang posee en la selecta avenida Foch de París, de donde se llevaron 200 metros cúbicos de bienes de gran valor –muebles, cuadros, joyas–, así como once automóviles de lujo.
La investigación llevada a cabo por los dos jueces ha permitido comprobar, según informó ayer el diario Le Monde, que un total de 14 coches de lujo propiedad de Teodorín –de las marcas Maserati, Bentley, Rolls Royce y Bugatti–, adquiridos por 5,4 millones de euros, fueron pagados esencialmente por la sociedad Somagui Forestal, de la que el acusado es presidente y que dispone de varias concesiones de explotación maderera en Guinea. Esta misma sociedad habría pagado asimismo los 2,3 millones de euros gastados en 300 botellas del exclusivo vino Petrus.
Los jueces han podido constatar el elevadísimo tren de vida de Obiang junior, que gastó millones en el acondicionamiento y decoración de su mansión (de 5.000 metros cuadrados ), la adquisición de obras de arte –Degas, Rodin, Bonnard– y la compra de relojes de gran lujo.
El caso, conocido en Francia bajo el nombre de “bienes mal adquiridos”, implica a otros dirigentes africanos. Los jueces tienen también en su visor al fallecido presidente de Gabón, Omar Bongo, y su familia, y al presidente de la República de Congo, Denis Sassu Nguesso. Interrumpida la investigación en 2009 tras un largo litigio, ésta fue definitivamente autorizada por el Tribunal de Casación en noviembre de 2010.
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