viernes, 13 de julio de 2012

Guerra de familia en el clan Hollande

Hay gestos que dejan una huella indeleble. Decisiones que cambian radicalmente un relato. El famoso tuit de Valérie Trierweiler durante la campaña de las elecciones legislativas francesas, en el que segaba la hierba bajo los pies de la ex mujer de su compañero, Ségolène Royal, se cuenta entre ellas. Aparentemente inocente, el mensaje de la hoy Primera Dama en Tweeter apoyando al candidato alternativo a Royal en La Rochelle, ha traído consecuencias incalculables. Al atacar a su otrora rival sentimental, Trierweiler no sólo colocó en una situación política embarazosa al presidente de la República, François Hollande, sino que sembró la cizaña en la familia. Los cuatro hijos de la ex pareja Hollande-Royal están lejos de haber olvidado o perdonado la afrenta. Hasta el punto de haber retirado la palabra a su madrastra.

El primogénito, Thomas Hollande, de 27 años, que tuvo un papel protagonista en la campaña electoral de su padre –como la tuvo también en la de su madre en 2007–, ha dejado ir esta semana su malestar a través de unas incendiarias declaraciones al semanario Le Point, donde confirma entre otras cosas que la relación con la mujer de su padre se ha roto. “Es lógico, ¿no? Lo que cuenta ahora es que normalicemos las relaciones con nuestro padre”, afirma, dando a entender que éstas se han visto también alteradas.

Thomas Hollande, según propia confesión, nunca se había fiado del todo de Trierweiler. “Yo sabía que alguna cosa podría venir de ella algún día, pero no un golpe tan grande. ¡Es alucinante!”, explica. Y considera que lo peor del tuit es, a su juicio, haber volcado la vida privada en la vida pública. “Me dio pena por mi padre, él detesta que se hable de su vida privada. Eso destruyó la imagen normal que había consrtruido”, añade en referencia a la estrategia electoral de Hollande de presentarse ante la opinión pública como un presidente “normal”. Según el testimonio de su hijo, concordante con el de algunos colaboradores del presidente, el gesto de su compañera dejó “estupefacto” a François Hollande.

Impactado por el eco de sus palabras –publicadas por Le Point en una pieza secundaria de un tema más amplio–, Thomas Hollande ha asegurado que sus afirmaciones han sido “deformadas o sacadas de contexto” y que sus declaraciones se produjeron en el marco de una “conversación informal”. La periodista autora del artículo, Charlotte Chaffanjon, ha confirmado la veracidad “cien por cien” de su transcripción.

Es posible que Thomas Hollande no pensara que sus palabras fueran a ser publicadas . De hecho, él mismo confió a la periodista que su padre le había pedido, en una cena tête à tête, “no alimentar el folletín”. Pero tampoco hay que descartar que hubiera decidido perpetrar su venganza.

En su conversación con la periodista de Le Point, el primogénito de Hollande explica que su padre se comprometió con él a clarificar públicamente –¿aprovechando la entrevista televisiva programada el 14 de Julio?– su opinión sobre el tuit y sobre el papel institucional de la Primera Dama. Para el hijo, no ofrece dudas: a su juicio, la situación de Trierweiler, “es un factor de inestabilidad”. “O es periodista, o tiene gabinete en el Elíseo”, pero no ambas cosas a la vez, sostiene.

De momento, Valérie Trierweiler mantiene su doble condición. Prosigue su trabajo para Paris Match con un artículo semanal –dedicado esta semana al último libro de la escritora Jeanette Winterson– y, a la vez, realiza actividades de representación: el jueves de la semana pasada, la Primera Dama fue sorprendida –pues su visita no había sido anunciada– en un centro para niños minusválidos en Calais.

Desde el famoso tuit, lanzado como una piedra el pasado 12 de junio, Trierweiler no ha vuelto a tuitear. Y sus apariciones públicas han sido practicamente inexistentes. Hollande prefirió viajar solo a la cumbre del G-20 en México, a la conmemoración del 50º aniversario de la reconciliación franco-alemana en Reims y en la visita oficial al Reino Unido esta semana. Su próxima aparición se espera el 14 de Julio...


Recuperada la cita en televisión del 14 de Julio

Nicolas Sarkozy había interrumpido la tradición, inaugurada por François Mitterrand, de dirigirse por televisión a los franceses en la jornada de la fiesta nacional del 14 de Julio. François Hollande ha decidido recuperarla. El sábado, durante el informativo del mediodía, el presidente francés será entrevistado al alimón por dos periodistas de TF1 y France 2 en directo desde el Hôtel de la Marine, a dos pasos de la tribuna de la plaza de la Concordia desde la que habrá seguido el tradicional desfile militar por los Campos Elíseos. Hollande invitará a comer en el Elíseo a un grupo de militares heridos en Afganistán, junto a sus familias, antes de desplazarse a Brest. Los jardines del Elíseo serán abiertos al público de 15 a 19 horas.





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