martes, 17 de julio de 2012

Antisemitismo de 'banlieue'

Golpes en la puerta y voces abruptas, imperativas, despertaron a miles de judíos residentes en París y sus alrededores al alba del 16 de julio de 1942. En dos días, la policía francesa, convertida en brazo ejecutor del ocupante nazi, arrestó a 13.152 personas de confesión judía –muchos de ellos refugiados de Europa del Este, la mayoría mujeres y niños– para deportarlos a los campos de exterminio nazis. Sólo un centenar sobrevivió. Setenta años después de lo que ha pasado a la historia negra de Francia como la redada de Vel d’Hiv –por el nombre del lugar, el Velódromo de Invierno, donde fueron inicialmente confinados–, el país afronta un preocupante rebrote del antisemitismo. Esta vez, el odio antijudío se incuba entre los jóvenes musulmanes de las banlieues.

El atentado perpretado el pasado 19 de marzo por el terrorista ilamista Mohamed Merah –francés de origen argelino– contra la escuela judía Ozar Hatorah de Toulouse, donde asesinó fríamente a un adulto y tres niños de corta edad, fue un enorme shock para la comunidad judía francesa. Pero actuó también como un acicate en los sectores más radicalizados de la juventud musulmana.

En el periodo de enero a abril pasados, el Ministerio del Interior detectó un aumento del 46% de los actos antisemitas respecto al mismo periodo de 2011, con un pico especialmente acusado en el mes de marzo, justo después de los atentados y la muerte de Merah por la policía. El año pasado, el número de acciones antijudías había disminuido ligeramente respecto al año precedente –389 frente a 466–, según el Servicio de Protección de la Comunidad Judía, pero los actos de violencia –129– se mantuvieron estables.

El último caso que ha saltado a la luz se produjo el pasado 5 de julio, cuando un joven judío de 17 años –escolarizado justamente en el centro Ozar Hatorah– fue agredido en un tren entre Toulouse y Lyon por otros dos jóvenes franceses de origen magrebí.

“Hay un antisemitismo que ha nacido en nuestros barrios, en nuestras banlieues. Hay en nuestros barrios jóvenes y menos jóvenes que, en nombre de una identidad que se sentiría atacada, deciden de la forma más imbécil, la más peligrosa para nuestros valores, atacar a los judíos, a quienes consideran como el enemigo”, constató con inquietud el ministro del Interior, Manuel Valls, tres días después de la agresión.

Detectado hace una década, este fenómeno no estaría ya tan ligado como antaño al conflicto israelo-palestino, sino que se nutriría de un resentemiento contra la sociedad aderezado por los viejos prejuicios contra los judíos difundidos a través de internet. “Hoy ya no se duda en insultar, en golpear a un ciudadano porque es judío”, añadió Valls.

La inquietud ha hecho que en los últimos tiempos la comunidad judía francesa –el grueso de la cual es de origen sefardí y se instaló en Francia tras la independencia de Marruecos, Túnez y Argelia– haya ido abandonando los barrios populares y buscado refugio para sus hijos en las escuelas judías, donde hoy hay matriculados 30.000 alumnos.

El gran rabino de Francia, Gilles Bernheim, expresó la semana pasada al presidente François Hollande la creciente preocupación de la comunidad judía francesa. Y a la salida del Elíseo, apeló a los líderes islámicos: “Necesitamos una comunidad musulmana que demuestre alto y fuerte, de forma numerosa y pública –y digo bien, pública– su distanciamiento, su recusación total, de todo aquello que de una forma u otra pueda recordar el integrismo, el fundamentalismo y la violencia de determinadas corrientes del islam”, afirmó.

En este ambiente enrarecido, Francia inició ayer una semana de conmemoraciones de la redada de Vel d’Hiv, una de las páginas más sombrías de la historia francesa. La detención masiva y la deportación de judíos por parte de las autoridades francesas, que entre 1941 y 1944 enviaron a 76.000 judíos a los campos de exterminio, fue durante décadas silenciada por la historia oficial, que atribuyó la responsabilidad y la ejecución a los alemanes.

El ex presidente Jacques Chirac fue el primero en asumir la triste verdad y reconocer públicamente la responsabilidad del Estado francés, a través del régimen colaboracionista de Vichy –denostado, pero legitimo–, en la deportación de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. “Es difícil evocarlas, porque esas horas negras manchan para siempre nuestra historia y son una injuria a nuestro pasado y a nuestras tradiciones. Sí, la locura criminal del ocupante fue secundada por franceses, por el Estado francés”, proclamó Chirac en un histórico discurso el 16 de julio de 1995 en el lugar donde se erigió el velódromo, derruido en 1959. François Hollande, que el próximo domingo presidirá un acto de conmemoración, quiere seguir el mismo camino.

La tragedia de Vel d’Hiv ha sido objeto en los últimos años de varios libros y películas –especialmente “La redada” y “Se llamaba Sarah”–, pero el 42% de los franceses, según un sondeo hecho público ayer, lo ignora todo sobre este episodio y aún más los jóvenes de 18 a 24 años, el 60% de los cuales no sabe nada.
Entre el 16 y el 17 de julio de 1942, policías y gendarmes franceses detuvieron en sus casas a 13.152 judíos entre hombres (los menos, 3.118), mujeres (5.919) y niños (4.115). Alertados por rumores, muchos hombres huyeron en las horas y días previos, sin sospechar que fueran a llevarse también a mujeres y niños.

La mayor parte de los detenidos –8.160, entre ellos todos los niños– fueron concentrados durante cuatro días, apenas sin comida y en condiciones de higiene infrahumanas, en el Vélodrome d’Hiver, del que sólo unos pocos lograron escapar. El resto fue a parar a campos de tránsito, como el levantado en Le Drancy, antes de ser enviados a los Campos de la Muerte. Los pocos testimonios que quedan recuerdan el ruido insoportable, el calor sofocante, el olor espantoso.

Marcel Weltman tenía 10 años en aquel momento y fue salvado, junto son su hermana, por un médico. Weltman rememoró ayer en BFMTV aquel aciago día. Lo que más le chocó fue el camino hacia el velódromo, transportados en autobuses: “Lo que más me fascinó fue la calma de la calle; la gente paseaba con sus hijos indiferente a lo que estaba pasando”. El Estado francés hizo el trabajo sucio del ocupante. Y muchos franceses prefirieron mirar hacia otro lado.



lunes, 16 de julio de 2012

Marine contra Madonna

Madonna recibió ayer en Francia una publicidad inesperada –y de momento gratuita– gracias al Frente Nacional (FN), indignado por la utilización de la imagen de su presidenta, Marine Le Pen, asociada a símbolos nazis en un videoclip de la cantante norteamericana. El vicepresidente del partido, Florian Philippot, anunció la próxima presentación de una demanda por injurias ante el Tribunal de Gran Instancia de Bobigny, en la periferia norte de París.

El viceoclip que Madonna proyecta en su nuevo espectáculo presenta un montaje con diversas imágenes de personajes públicos –desde el Papa Benedicto XVI hasta el ex presidente egipcio Hosni Mubarak– entre los que incluye a Marine Le Pen, sobre cuya frente aparece una cruz gamada. Inmediatamente después aparece el rostro de Adolf Hitler.

La existencia de estas imágenes fue descubierta en el primer concierto de la gira internacional de Madonna, el pasado 31 de mayo en Tel Aviv (Israel), y ya en aquel momento el FN advirtió que si osaba emitirlo de nuevo durante su gira en Francia la llevaría s los tribunales. “Es comprensible que las viejas cantantes que necesitan que se hable de ellas lleguen a tales extremos”, ironizó en aquel momento venenosamente Marine le Pen. La líder del partido de ultraderecha, o sus colaboradores, parecen haber olvidado justamente la dimensión comercial del asunto y contribuido con su respuesta a que se hable de Madonna.

“No se puede aceptar todo únicamente por el espectáculo, por hacer que hablen de ella, por hacer dinero”, argumentó Florian Philippot para justificar la presentación de la demanda. A su juicio, el vídeo de la cantante norteamericana es insultante para Marine Le Pen, pero también para los militantes y los votantes del FN. Cerca de 6,5 millones de franceses votaron por Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el pasado 22 de abril.

Madonna actuó la noche del sábado en un Stade de France –norte de París– semivacío. La reina de la provocación atrajo solamente a 70.000 personas, la mitad de las que reunió –140.000– en los dos conciertos que ofreció en este mismo lugar hace cuatro años. Las ventas de su último disco en Francia son discretas.





domingo, 15 de julio de 2012

El 14 de Julio de Hollande

En Francia no habrá ni rigor ni austeridad –palabras, ambas, prohibidas en la jerga hollandista–, pero se le paracerá bastante. El presidente francés aprovechó ayer la fiesta nacional del 14 de Julio, con motivo de la cual recuperó la tradicional entrevista televisiva abandonada por su antecesor, para preparar los ánimos de los franceses cara a los inminentes sacrificios que se preparan. François Hollande no habló ni siquiera de sacrificios –palabra que tampoco está en su vocabulario–, pero sí de “esfuerzos”. Y prometió que serán “justos”.

El presidente francés fue entrevistado al alimón por dos periodistas de TF1 y France 2 en el Hôtel de la Marine, un edificio presuntamente neutral –a diferencia del Elíseo–, tras el tradicional desfile militar de los Campos Elíseos. La lluvia acordó una tregua excepcional, rompiendo así el mito de un presidente que ya empezaba a ser llamado Rain man.

Hollande pintó un panorama preocupante, con una deuda pública que roza el 90% del PIB, un paro del 10% y un déficit comercial de 70.000 millones de euros. “Soy presidente desde hace dos meses, pero conozco la situación del país. No voy a hacer ver que lo descubro ahora”, dijo, antes de recordar que sus tres prioridades son el fomento del empleo, la regeneración del tejido productivo y el restablecimiento del equilibrio de las cuentas públicas.

Pese a reiterar que Francia no incorporará la denominada “regla de oro” contra el déficit público en la Constitución, sino que la fijará en una ley orgánica, Hollande confirmó su decisión de que el Parlamento dé finalmente luz verde al Tratado europeo de disciplina presupuestaria, que dio por “renegociado” tras el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre el Pacto por el Crecimiento.

El presidente francés reafirmó, así, su compromiso de reducir el gasto público para cumplir los objetivos de déficit, que debe situarse el año que viene en el 3%. Dado que las áreas prioritarias de educación, interior y justicia no sufrirán recortes, éstos deberán ser asumidos por las demás. “Todo el mundo deberá demostrar imaginacion y audacia para hacer ahorros”, afirmó. El jefe del Estado admitió, con los datos del Tribunal de Cuentas en la mano, que el año que viene deberán encontrarse 33.000 millones de euros adicionales entre recortes y nuevos ingresos. “Los vamos a encontrar”, dijo, pero no precisó dónde los va a buscar.

En el terreno de los recortes se mantuvo ambiguo como siempre. Y por lo que respecta a los ingresos subrayó que la reforma fiscal que se prepara para el año que viene apelará básicamente a las clases más favorecidas, a quienes reclamó “patriotismo”. “Habrá que hacer un esfuerzo y este esfuerzo debe ser justo”, afirmó. Y reiteró su intención de imponer un tipo excepcional del 75% sobre los ingresos que sobrepasen el millón de euros anuales.

El presidente reconoció asimismo que la industria francesa tiene un problema de competitividad y que –tal como reclaman los empresarios– habrá que rebajar las cotizaciones sociales, para que no pesen tanto sobre los costes laborales, y buscar otras fuentes alternativas para contribuir a financiar la protección social. Pero, aparte de descartar el aumento del IVA –la subida aprobada por Nicolas Sarkozy para octubre acaba de ser anulada–, no dio más precisiones al respecto.

Los problemas de este sector le han explotado a Hollande en plena cara esta semana, con el anuncio del grupo automovilístico PSA Peugeot-Citroën de un plan de supresión de 8.000 empleos en Francia en los próximos dos años, con el cierre de la fábrica de Aulnay-sous-Bois, en la región de París. El presidente francés rechazó el planteamiento del grupo PSA. “Es un plan inaceptable en su estado actual y deberá ser renegociado”, afirmó Hollande, aparentemente dispuesto a plantear un pulso a Peugeot.

El presidente francés, decidido a marcar una neta diferencia con el periodo de Sarkozy, insistió ayer en su determinación de marcar un nuevo estilo y de “ejercer la función con sencillez, por más que no tenga nada de simple”. También se comprometió a mostrar una estricta “ejemplaridad” en la cúpula del Estado y a abordar un proceso de “moralización” de la vida política. En este sentido, anunció que ha encargado al ex primer ministro socialista Lionel Jospin la presidencia de una comisión para que haga un conjunto de propuestas en este terreno: desde la prohibición de la acumulación de mandatos electivos y un código ético para los cargos electos hasta el cambio de la financiación de los partidos políticos y las campañas electorales, pasando por una reforma del sistema electoral –actualmente mayoritario–, en el que se podría introducir una dosis de proporcionalidad en las legislativas.

Hollande, que por la tarde acudió a saludar a los cientos de personas que visitaban los jardines del Elíseo –excepcionalmente abiertos al público–, dijo no estar preocupado por la popularidad. “La popularidad no es un talento, es un mérito”, dijo, convencido de que la acabará mereciendo.


"Los asuntos privados deben resolverse en privado"

François Hollande no quiere volver a ver su vida privada –especialmente, las querellas de familia– expuesta a la luz pública y así lo ha hecho saber a toda su gente. “Los asuntos privados deben resolverse en privado, y le he dicho a los míos que acepten escrupulosamente este principio”, zanjó el presidente francés durante su entrevista televisiva del 14 de Julio, en alusión al affaire del tuit de su compañera, Valérie Trierweiler, contra su ex mujer, Ségolène Royal, y la respuesta airada de su hijo primogénito, Thomas Hollande. ante este ataque.

“Yo estoy por una clara distinción entre la vida pública y la vida privada. Y pienso que los franceses quieren que las cosas estén claras, que no haya ninguna interferencia”, razonó el presidente de la República, quien eludió enjuiciar la actitud de su familia y, aún más, emitir nada que pudiera parecerse a una amonestación.
Muy crítico con el exhibicionismo de su antecesor, Nicolas Sarkozy, el nuevo presidente francés ha sido muy cuidadoso en no caer en lo mismo. Pero no ha podido evitar que los miembros de su familia se enfrenten en público, hasta el punto a ensombrecer su imagen política y personal.

Todo empezó el 12 de junio cuando su compañera sentimental y primera dama de Francia, Valérie Trierweiler, lanzó un ataque en toda regla contra su ex mujer, la ex candidata socialista al Elíseo en 2007 Ségolène Royal, al apoyar en un escueto mensaje en Twetter al rival de ésta en las elecciones legislativas en plena campaña de la segunda vuelta. Esta intervención, que tenia muy poco de política y mucho de aversión personal, generó una viva controversia. Y fue muy mal recibida por los cuatro hijos de la ex pareja Hollande-Royal, toda vez que la madre –superando su rencor– había apoyado al padre en la campaña de las primarias del Patido Socialista.

El primogénito, Thomas Hollande, se despachó esta semana en el semanario Le Point, acusando a su madrastra de haber “destruido” con un tuit la imagen de “presidente normal” que su padre había trabajado tanto por construir. “Yo sabía que algo podría venir de ella algún día, pero no un golpe tan grande. ¡Es alucinante!”, declaró indignado.

El joven Hollande esperaba que su padre zanjara ayer en televisión esta cuestión y clarificara el papel oficial de Trierweiler, que a su juicio no debería compatibilizar su papel institucional con su actividad profesional como periodista. No es seguro que obtuviera plena satisfacción...

El presidente francés no sólo eludió enjuiciar la actitud de su compañera con el polémico tuit, sino que aceptó la ambigüedad de su situación. “Valérie quiere conservar su actividad profesional. Yo lo comprendo. A partir de aquí, ella estará presente a mi lado cuando el protocolo lo exija”, explicó François Hollande, sugiriendo que eso no será “tan frecuente”. En sus últimos actos interncionales –México, Reims, Londres–, Hollande ha optado por acudir solo.


Elogio de la selección española

Hollande enjuició críticamente la actitud de algunos jugadores de la selección francesa de fútbol en la Eurocopa –“No se trata de un problema de integración, sino de respeto”, dijo– y lo contrapuso al espítiru de “unidad” y al “trabajo colectivo” de la victorioso selección española.







El tren de vida de Teodorín

La justicia francesa emitió el jueves una orden de arresto contra el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, a quien acusan de desvío de fondos públicos y blanqueamiento de dinero. El hijo del autócrata ecuatoguineano, Teodoro Nguema Obiang, también conocido por Teodorín, había sido citado el pasado miércoles por los jueces que investigan los casos de malversación de diversos líderes africanos, Roger Le Loire y René Grouman, para formalizar su inculpación. Pero el interesado no se presentó ante los magistrados del Polo financiero de París.

El abogado de Teodorín Nguema Obiang, Emmanuel Marsigny, rechazó en declaraciones a la agencia France Presse la validez de la orden de arresto, que calificó de “nula” en razón de la inmunidad diplomática de su cliente. El hijo del presidente Obiang, hasta entonces ministro de Agricultura y Bosques, fue nombrado el pasado mes de mayo por su padre vicepresidente segundo para la Defensa y la Seguridad, lo que la oposición ve como una señal de que Teodoro Obiang ha empezado a preparar su sucesión. Este estatuto, de paso, le protege.

Como lo protege en Francia el hecho de ser delegado permanente adjunto de su país ante al Unesco. A este respecto, el abogado William Bourdon, presidente de la organización anticorrupción Sherpa –que presentó, junto a Transparencia Internacional, la demanda que dio lugar a la actual instrucción–, instó ayer al Gobierno francés a rechazar la concesión del título especial de residencia adjunto al cargo y que le confiere inmunidad diplomática.

Los jueces que instruyen el sumario ejecutaron el pasado mes de febrero un espectacular registro que duró diez días en la mansión –hôtel particulier– que Teodorín Nguema Obiang posee en la selecta avenida Foch de París, de donde se llevaron 200 metros cúbicos de bienes de gran valor –muebles, cuadros, joyas–, así como once automóviles de lujo.

La investigación llevada a cabo por los dos jueces ha permitido comprobar, según informó ayer el diario Le Monde, que un total de 14 coches de lujo propiedad de Teodorín –de las marcas Maserati, Bentley, Rolls Royce y Bugatti–, adquiridos por 5,4 millones de euros, fueron pagados esencialmente por la sociedad Somagui Forestal, de la que el acusado es presidente y que dispone de varias concesiones de explotación maderera en Guinea. Esta misma sociedad habría pagado asimismo los 2,3 millones de euros gastados en 300 botellas del exclusivo vino Petrus.

Los jueces han podido constatar el elevadísimo tren de vida de Obiang junior, que gastó millones en el acondicionamiento y decoración de su mansión (de 5.000 metros cuadrados), la adquisición de obras de arte –Degas, Rodin, Bonnard– y la compra de relojes de gran lujo.

El caso, conocido en Francia bajo el nombre de “bienes mal adquiridos”, implica a otros dirigentes africanos. Los jueces tienen también en su visor al fallecido presidente de Gabón, Omar Bongo, y su familia, y al presidente de la República de Congo, Denis Sassu Nguesso. Interrumpida la investigación en 2009 tras un largo litigio, ésta fue definitivamente autorizada por el Tribunal de Casación en noviembre de 2010.


Qatar rompe el mercado

¿Crisis? ¿Qué crisis? Desde luego, no en las monarquías petroleras del Golfo Pérsico, donde faltará agua pero no liquidez. El emirato de Qatar, con múltiples intereses económicos en Francia, ha desembarcado con sus petrodólares en la liga francesa decidido a romper el mercado futbolístico y a gastar lo que nadie es capaz de gastar en el hexágono. El club de fútbol de la capital, el Paris Saint-Germain (PSG), en manos qataríes desde hace un año, ha sacado la chequera y está ultimando el traspaso de dos jugadores del Milan, el sueco Zlatan Ibrahimovic –ex jugador del Barça– y el brasileño Thiago Silva, por un montante de 65 millons de euros.

Los qataríes ya habían marcado un récord en el fútbol francés con el traspaso, el verano pasado, del argentino Javier Pastore por 42 millones –sobre un total de 85 millones gastados en fichajes– y en diciembre estuvieron a punto de fichar al británico David Beckham por otra cifra millonaria.

El volumen de los dos nuevos fichajes del PSG, que acabó segundo en el último campeomato de liga, casi duplica el gasto comprometido hasta ahora por el conjunto de todos los clubes españoles de primera división cara a la próxima temporada. Y sobrepasa en mucho los medios, habitualmente más modestos, de los clubes franceses. En este sentido, el poderío económico de Qatar amenaza con desequilibrar el ecosistema futbolístico francés.

El fichaje de Ibrahimovic y Thiago fue anunciado personalmente el jueves por el propietario del Milan, Silvio Berlusconi. “He vendido Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva al PSG. Vamos a ahorrar 150 millones de euros en dos años”, dijo el ex primer ministro italiano, según informó el disario deportivo <CF21>Gazetta dello Sport</CF>. La existencia del acuerdo fue asimismo confirmada por fuentes del PSG y de su único accionista, Qatar Sports Investments (QSI). El traspaso está condicionado, sin embargo, a la conclusión de un acuerdo con cada uno de los dos jugadores sobre sus respectivas retribuciones.

El representante de Ibrahimovic, Mino Raiola, se reunió ayer –por segunda vez en cuarenta y ocho horas– en el estadio del Parque de los Príncipes con el director deportivo del PSG, Leonardo, quien fuera entrenador del Milan, para intentar cerrar un acuerdo. El jugador sueco, que cobra actualmente 12 millones de euros netos al año, exigiría al parecer la misma suma más un bonus de tres millones, mientras que el club –según el diario <CF21>Le Parisien</CF>– ofrecería entre 9 y 10 millones. En cualquier caso, es el salario más elevado jamás pagado hasta hoy por el fútbol francés.

Por su parte, el agente de Thiago Silva, Paulo Tonietto, aseguró no haber sido contactado aún por el PSG. El fichaje del defensor brasileño estuvo ya a punto de cerrarse a mediados del mes de junio, pero en ese momento el traspaso fue vetado por Berlusconi. Su salario podría oscilar entre 7,5 y 9 millones de euros al año.

El emirato de Qatar, a través de la sociedad QSI –presidida por Nasser Al-Khelaifi, presidente a su vez del club parisino–, se hizo el año pasado con la propiedad total del PSG, que adquirió en dos fases al fondo de inversión norteamericano Colony Capital. Junto a esta operación, la cadena qatarí Al Jazira se ha hecho con buena parte de los derechos de retransmisión de los partidos de la Liga 1 francesa y de la Liga de Campeones de la próxima temporada en Francia, que emitirá –en competencia con Canal Plus– a través del canal beIn Sport.





viernes, 13 de julio de 2012

Guerra de familia en el clan Hollande

Hay gestos que dejan una huella indeleble. Decisiones que cambian radicalmente un relato. El famoso tuit de Valérie Trierweiler durante la campaña de las elecciones legislativas francesas, en el que segaba la hierba bajo los pies de la ex mujer de su compañero, Ségolène Royal, se cuenta entre ellas. Aparentemente inocente, el mensaje de la hoy Primera Dama en Tweeter apoyando al candidato alternativo a Royal en La Rochelle, ha traído consecuencias incalculables. Al atacar a su otrora rival sentimental, Trierweiler no sólo colocó en una situación política embarazosa al presidente de la República, François Hollande, sino que sembró la cizaña en la familia. Los cuatro hijos de la ex pareja Hollande-Royal están lejos de haber olvidado o perdonado la afrenta. Hasta el punto de haber retirado la palabra a su madrastra.

El primogénito, Thomas Hollande, de 27 años, que tuvo un papel protagonista en la campaña electoral de su padre –como la tuvo también en la de su madre en 2007–, ha dejado ir esta semana su malestar a través de unas incendiarias declaraciones al semanario Le Point, donde confirma entre otras cosas que la relación con la mujer de su padre se ha roto. “Es lógico, ¿no? Lo que cuenta ahora es que normalicemos las relaciones con nuestro padre”, afirma, dando a entender que éstas se han visto también alteradas.

Thomas Hollande, según propia confesión, nunca se había fiado del todo de Trierweiler. “Yo sabía que alguna cosa podría venir de ella algún día, pero no un golpe tan grande. ¡Es alucinante!”, explica. Y considera que lo peor del tuit es, a su juicio, haber volcado la vida privada en la vida pública. “Me dio pena por mi padre, él detesta que se hable de su vida privada. Eso destruyó la imagen normal que había consrtruido”, añade en referencia a la estrategia electoral de Hollande de presentarse ante la opinión pública como un presidente “normal”. Según el testimonio de su hijo, concordante con el de algunos colaboradores del presidente, el gesto de su compañera dejó “estupefacto” a François Hollande.

Impactado por el eco de sus palabras –publicadas por Le Point en una pieza secundaria de un tema más amplio–, Thomas Hollande ha asegurado que sus afirmaciones han sido “deformadas o sacadas de contexto” y que sus declaraciones se produjeron en el marco de una “conversación informal”. La periodista autora del artículo, Charlotte Chaffanjon, ha confirmado la veracidad “cien por cien” de su transcripción.

Es posible que Thomas Hollande no pensara que sus palabras fueran a ser publicadas . De hecho, él mismo confió a la periodista que su padre le había pedido, en una cena tête à tête, “no alimentar el folletín”. Pero tampoco hay que descartar que hubiera decidido perpetrar su venganza.

En su conversación con la periodista de Le Point, el primogénito de Hollande explica que su padre se comprometió con él a clarificar públicamente –¿aprovechando la entrevista televisiva programada el 14 de Julio?– su opinión sobre el tuit y sobre el papel institucional de la Primera Dama. Para el hijo, no ofrece dudas: a su juicio, la situación de Trierweiler, “es un factor de inestabilidad”. “O es periodista, o tiene gabinete en el Elíseo”, pero no ambas cosas a la vez, sostiene.

De momento, Valérie Trierweiler mantiene su doble condición. Prosigue su trabajo para Paris Match con un artículo semanal –dedicado esta semana al último libro de la escritora Jeanette Winterson– y, a la vez, realiza actividades de representación: el jueves de la semana pasada, la Primera Dama fue sorprendida –pues su visita no había sido anunciada– en un centro para niños minusválidos en Calais.

Desde el famoso tuit, lanzado como una piedra el pasado 12 de junio, Trierweiler no ha vuelto a tuitear. Y sus apariciones públicas han sido practicamente inexistentes. Hollande prefirió viajar solo a la cumbre del G-20 en México, a la conmemoración del 50º aniversario de la reconciliación franco-alemana en Reims y en la visita oficial al Reino Unido esta semana. Su próxima aparición se espera el 14 de Julio...


Recuperada la cita en televisión del 14 de Julio

Nicolas Sarkozy había interrumpido la tradición, inaugurada por François Mitterrand, de dirigirse por televisión a los franceses en la jornada de la fiesta nacional del 14 de Julio. François Hollande ha decidido recuperarla. El sábado, durante el informativo del mediodía, el presidente francés será entrevistado al alimón por dos periodistas de TF1 y France 2 en directo desde el Hôtel de la Marine, a dos pasos de la tribuna de la plaza de la Concordia desde la que habrá seguido el tradicional desfile militar por los Campos Elíseos. Hollande invitará a comer en el Elíseo a un grupo de militares heridos en Afganistán, junto a sus familias, antes de desplazarse a Brest. Los jardines del Elíseo serán abiertos al público de 15 a 19 horas.





Avalancha mortal en el Monte Maldito

Nueve alpinistas de cuatro nacionalidades, entre ellos dos españoles –un catalán y un madrileño–, perdieron ayer la vida en una mortífera avalancha de nieve y hielo en el Mont Maudit (Monte Maldito), a 4.000 metros de altitud, en el macizo del Mont-Blanc, en los Alpes franceses. Otros nueve alpinistas resultaron heridos y cuatro desaparecidos fueron hallados sanos y salvos. Todos ellos integraban dos cordadas de 28 montañeros, incluidos los guías, todos ellos bien equipados y experimentados. Los dos españoles fallecidos son Esteve Martínez, de 38 años, miembro de la Unión Excursionista de Sant Joan de les Abadesses (Girona), y Joaquín Aguado, de 51, jefe del grupo especial de rescate de altura (Gera) de los Bomberos de la Comunidad de Madrid.

La avalancha se produjo al alba. Los alpinistas habían salido a la 1.30h de la madrugada del refugio de Les Cosmiques, a 3.600 metros de altitud, y fueron sorprendidos por el accidente menos de cuatro horas después. La alerta fue dada a los servicios de socorro a las 5.25 horas de la mañana por uno de los alpinistas que resultó herido leve. El prefecto del departamento francés de Alta Saboya, Philippe de Rumigny, atribuyó el accidente al desprendimiento de una placa de nieve de 100 metros cuadrados y 40 centímetros de espesor. En su caída atrapó mortalmente a nueve de los alpinistas: los dos españoles, tres alemanes, tres británicos y un suizo. Sus cuerpos fueron recuperados durante la jornada. Hacia las cinco de la tarde, las tareas de búsqueda de los cuatro desaparecidos fueron suspendidas, pero poco después se comprobó que estaban vivos. Los cuatro habían cambiado de planes y no se encontraban en el lugar.

Las autoridades francesas, así como diversos guías de la zona, coincidieron en señalar que las condiciones meteorológicas –pese a la presencia de un viento fuerte– eran buenas y que no había ninguna alerta especial por riesgo de avalanchas. Tampoco hubo, al parecer, ninguna imprudencia ni ningún error técnico.Sin embargo, en la ruta de ascenso elegida por el grupo –conocida por la de los Tres Montes– existen grandes masas de nieve muy inestable y las avalanchas son un fenómeno recurrente. El 24 de agosto de 2008 ocho alpinistas perdieron la vida en esta zona, en concreto en el glaciar del Mont Blanc du Tacul, debido a la caída de bloques de hielo.

El fallecimiento de Esteve Martínez, vecino de Sant Joan de les Abadesses, fue confirmado por la Federación de Entidades Excursionistas de Catalunya (FEEC), que señaló que otro miembro de la Unión Excursionista de esta localidad, Guillem Ferrer, de 35 años, resultó herido leve y fue trasladado –junto al resto de los heridos– al hospital de Chamonix. Un tercer excursionista, Toni Trilla, resultó indemne: con problemas en una pierna, había decidido quedarse en el refugio.

La muerte de Joaquín Aguado fue confirmada, por su parte, por la Consejería de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid. Natural de la localidad madrileña de El Boalo, Aguado estaba casado y tenía dos hijos de 23 y 17 años. “Ha supuesto una gran pérdida porque era un hombre muy afable, muy abierto y muy bien compañero”, señaló a Europa Press uno de sus colegas. Otro bombero madrileño presente en la cordada, Emilio Carrero, se libró al quedarse rezagado. Aguado, en cambio, se adelantó unos metros que le resultaron fatales.

En el hospital de Chamonix se habilitó una capilla ardiente con los cuerpos de los fallecidos y el ministro francés del Interior, Manuel Valls, se desplazó hasta la capital alpina para seguir los trabajos de búsqueda de los desaparecidos e interesarse por las causas del accidente. La fiscalía ha abierto de oficio una investigación.

Masificación

Entre 20.000 y 30.000 alpinistas al año intentan coronar la cumbre del Mont Blanc, el pico más alto de los Alpes, entre los meses de junio y septiembre, con puntas
consideran que la masificación es, en sí misma, un foco de riesgo.


sobre todo en veranode 500 al día. La mayoría de los montañeros utiliza la ruta del Goûter, llamada también vía normal y vía real. En este camino se han registrado 77 muertos y 180 heridos entre 1990 y 2012, según cálculos de la Fundación Petlz. La ruta de los Tres Montes, donde se produjo la avalancha de ayer, es la segunda más utilizada. Aquí los accidentes son menos frecuentes, pero atrapan a más personas. Especialistas en la ontaña

martes, 10 de julio de 2012

"Todo era artimaña. La guerra es artimaña"

"¿Tu crees que fui a hacer turismo a Afganistán y Pakistán? ¿A quién has visto tú hacer turismo en esos países?”, le espetó burlón Mohamed Merah a su interlocutor de la Dirección Central de Investigación Interior (DCRI) que intentaba negociar su rendición en Toulouse el pasado 21 de marzo. El joven yihadista francés, atrincherado en su apartamento, rodeado por las fuerzas especiales de la Policía, se jactó ante su contacto de los servicios secretos de haberles engañado totalmente sobre su verdadera personalidad y sus intenciones. “Todo era una artimaña, la guerra es una artimaña”, añadió. La negociación, como es sabido, fracasó. Y Mohamed Merah, que había sembrado el terror en Toulouse y su región con el asesinato de siete personas –tres militares y cuatro miembros de la comunidad judía, tres de ellos niños de corta edad–, murió al dia siguiente acribillado por los disparos de la policía.

La difusión de las conversaciones que Merah mantuvo durante el asedio con las fuerzas de seguridad, emitidas parcialmente el domingo por el canal de televisión TF1, ha desatado una encendida polémica en Francia y levantado las protestas de los familiares de las víctimas, que temen que también salga a la luz la filmación de los asesinatos realizada por el terrorista. La fiscalía y el ministro del Interior, Manuel Valls, han ordenado sendas investigaciones por vulneración del secreto de la instrucción.

El contenido de las grabaciones no revela nada sustancial que no se conociera ya, pero arroja una nueva luz sobre la personalidad del terrorista –que se muestra sereno y determinado– y confirma la ambigua relación que mantuvo con los servicios secretos después de que estos le contactaran tras detectar sus viajes a Afganistán y Pakistán, que justificó por motivos de turismo. La aparente credulidad del agente del DCRI encargado de seguirle la pista –que dio por buena esta explicación en una reunión en noviembre de 2011– pudo no ser más que un ardid para intentar captar a Merah como informador. El citado agente, Hassan, que admite en su conversación haber sido engañado –“roulé dans la farine”–, según una transcripción publicada por el diario Le Monde, alude en la grabación a la propuesta que le había hecho entonces de “volverse a encontrar para conocerse mejor”.

Merah explicó a su interlocutor que su modo de vida y su forma de vestir –“alejadas del camino de Alá”– pretendía precisamente despistarles, confirmó que contactó con los “hermanos” de Al Qaeda en su viaje a Pakistán y que rechazó la propuesta de cometer atentados con explosivos y prefirió que le entrenaran con las armas de fuego. Como guinda, confesó a su contacto que tenía previsto llamarle para ofrecerle información sobre los asesinatos de Toulouse y dispararle “una bala en la cabeza”.

Durante las cuatro horas y media que duraron los intercambios, Merah justificó el asesinato de tres soldados paracaidistas por la intervención de Francia en Afganistán –“Mi objetivo prioritario era matar a militares, porque esos militares están comprometidos en Afganistán”, dijo– y explicó que la matanza que perpetró a la entrada de la escuela judía Ozar Hatorah fue relativamente improvisada, después de haber fallado otro objetivo, también militar: “Volví a coger el scooter y pasé por allí, no fue algo premeditado, bueno sí, tenía previsto hacerlo, pero, ¿sabes?, al despertarme por la mañana no era mi objetivo”, afirmó. En sus palabras, ni el más mínimo rastro de compasión por sus víctimas.

Pese a haber indicado en un primer momento su intención de entregarse, Mohamed Merah descartó después de forma radical tal posibilidad. “Yo soy alguien determinado. Yo no he hecho esto para dejarme atrapar”, dijo el yihadista, quien añadió: “Sabed que frente a vosotros tenéis a un hombre que no teme a la muerte. Yo, la muerte, la amo como vosotros amáis la vida”.


El yihadista preparaba una orgía de sangre

Mohamed Merah explicó, durante el asedio a su apartamento, que su intención era proseguir con los atentados. Consciente de que la situación iba a ser progresivamente complicada para él, se mostró dispuesto a actuar de forma indiscriminada. “Iba a hacer todo al azar, sin ninguna preparación”, confesó. Y añadió para ilustrar sus intenciones: “Hubiera hecho todo por la cara, hubiera entrado en las comisarías, hubiera abatido al policía de la recepción, hubiera abatido a personas en la calle, a gendarmes que circulan en coche, en los semáforos, hubiera preparado emboscadas...”. El terrorista de Toulouse indicó asimismo a su interlocutor que sus instructores en Pakistán le sugirieron atentar contra el embajador de India en París.








El Ródano no espera

El agua del Ródano no esperará eternamente a que Catalunya decida si la quiere o no. Aparcado el proyecto de trasvase en la época del Gobierno tripartito en la Generalitat, que optó por construir una planta desalinizadora en Barcelona, la región francesa de Languedoc-Roussillon decidió redimensionar el proyecto y adaptarlo a las exclusivas necesidades hídricas de los departamentos del Hérault y el Aude. Tras un largo proceso de debate público y concertación, la obra –bautizada con el nombre latino de Aqua Domitia– ha recibido el visto bueno definitivo y una parte de los trabajos ya está en marcha. Podría ser una buena noticia para las aspiraciones catalanas si no fuera porque las dimensiones de la nueva conducción, calculadas para la demanda urbana y agrícola de la zona, no permitirán –por insuficientes– llevar agua a Barcelona.

Oficialmente, la región de Languedoc-Roussillon, de quien depende la obra, no da definitivamente por descartado el trasvase de agua del Ródano a Catalunya. El presidente languedociano, Christian Bourquin, así se lo comunicó a Artur Mas el pasado mes de febrero, cuando el presidente catalán volvió a expresar su interés en el proyecto durante una reunión en Barcelona de la Euro-región. Fuentes del gobierno regional de Languedoc-Roussillon confirmaron a este diario su buena disposición: “No nos oponemos [al trasvase], no es algo imposible”, señalaron. Aunque dejaron la pelota en el tejado de la Generalitat: “Es a Catalunya a quien toca manifestarse”.

Pese a esta disponibilidad política, la realidad es mucho más compleja. Si hubiera un acuerdo para llevar agua del Ródano a Barcelona habría que hacer nuevos estudios y volver a repetir todo el proceso de debate público. “Habría que volver a empezar desde el principio”, subrayaron las mismas fuentes. Por la sencilla razón de que el mini trasvase programado es insuficiente para las necesidades catalanas.

El documento de síntesis del proyecto no deja margen para la menor duda: “El proyecto de Aqua Domitia está destinado únicamente a las necesidades de los territorios de los departamentos del Hérault y el Aude. Es diez veces más pequeño que el proyecto de acueducto Languedoc-Roussillon-Catalunya, cuyo objetivo era, en los años noventa, llevar agua del Ródano hasta Barcelona. La dimensión del proyecto Aqua Domitia no permitirá extenderlo hasta España”, asegura.

El proyecto francés, integrado por una conducción central y cinco eslabones secundarios con un total de 130 kilómetros de canalizaciones, prevé extender un tubo de un diámetro variable de entre 60 y 120 centímetros, y una capacidad máxima de suministro de 2,5 m3/segundo. Un estudio reciente de la Cambra de Comerç de Barcelona establece en 10 m3/segundo la capacidad que debería tener el trasvase hacia Catalunya. Es decir, cuatro veces más.

El mini trasvase del Ródano arrancará del Canal Philippe Lamour, construido en 1960 para llevar agua del Ródano a la zona sur de Montpellier, y acabará en Jouarres, a unos 130 kilómetros de la frontera española. No llegará ni siquiera al departamento de los Pirineos Orientales. Presupuestada en 140 millones de euros, la conducción debería llegar al Aude en 2013.


Agricultura y turismo

El mini trasvase del Ródano está concebido para cubrir las necesidades de Languedoc-Roussillon en el horizonte del 2040, en que la población será de entre 3,1 y 3,5 millones de personas. El agua abastecerá a las áreas víticolas y las zonas turísticas del litoral.






lunes, 9 de julio de 2012

Amistad a toda prueba

Charles de Gaulle y Konrad Adenauer abrieron en 1962 el difícil camino de la reconciliación entre Francia y Alemania sobre las cenizas y la sangra vertida de tres guerras. Y ayer, exactamente cincuenta años después, François Hollande y Angela Merkel, se reunieron en el mismo lugar, en la catedral de Reims, para proclamar su fe en la amistad franco-alemana y en la construcción de un futuro común en el seno de una Europa unida. Ambos, cada cual con un acento diferente que delata sus soterradas divergencias, se conjuraron para dar un salto adelante en la construcción europea y reafirmaron su convicción de que la “ineludible” pareja franco-alemana debe de nuevo trazar el camino. Sin imposiciones ni exclusividades, subrayaron con parecidas palabras Hollande y Merkel, pero convencidos de que Francia y Alemania constituyen el motor, el corazón, el alma, la vanguardia de Europa.

El encuentro del presidente francés y la canciller alemana en el marco de una conmemoración con una carga simbólica tan profunda, tan sólo una semana después de la agitada cumbre de Bruselas del 28 y 29 de junio, contribuyó a relajar la tensión entre París y Berlín, separadas por la forma de afrontar la crisis económica y financiera. Distendidos, Hollande y Merkel intercambiaron sonrisas y gestos de acercamiento que parecerían indicar que la relación entre ambos dirigentes, que arrancó de forma tormentosa, va camino de normalizarse y puede encontrar una vía de cooperación tan fructífera como sucedió en el pasado con parejas ideológicamente tan asimétricas como Giscard-Schmidt, Mitterrand-Kohl o Chirac-Schröder.

La ambición es compartida, al menos en las palabras. En un discurso pronunciado en la plaza de la catedral, bajo una lluvia intermitente, el presidente francés saludó la “lucidez, audacia y grandeza” de De Gaulle y Adenauer al impulsar una reconciliación –sólo 17 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial– que no toda la población comprendía ni estaba dispuesta a aceptar, sy se situó como heredero de ese mismo espíritu. “No pasamos una página, abrimos una puerta”, dijo entonces De Gaulle. Y ayer Hollande invitó a la canciller alemana a “abrir y franquear juntos una nueva puerta” que conduzca a “hacer aún más estrecha la amistad entre nuestras dos naciones”. El presidente francés habló de un “salto adelante”, de un “nuevo comienzo” en la construcción europea, para la cual –subrayó– “la calidad de la relación entre Francia y Alemania es decisiva”. Decisiva pero “no exclusiva”, se cuidó de remarcar Hollande, que en los últimos lances europeos ha buscado una alianza paralela con Italia y España. Alemania y Francia “no quieren dar lecciones, simplemente dar ejemplo”. añadió el presidente de la República, quien en una entrevista publicada ayer por el diario regional L’Union, rechazó la idea de un “directorio” franco-alemán como el que funcionó en la etapa de Nicolas Sarkozy.

El canto europeísta de Hollande podía haber brillado más si junto a tales proclamas no hubieran aparecido las cautelas, habituales en el discurso francés, sobre la salvaguarda de la “soberanía nacional”. Hombre antaño vinculado a Jacques Delors, es difícil discernir si el hoy presidente ha templado su fe en la integración de Europa o mantiene una calculada distancia para no despertar a la fiera anti-europea que habita en la izquierda francesa y en el propio Partido Socialista.

Quien no tiene necesidad de avanzar con el freno de mano puesto es Angela Merkel, quien ayer ofreció una nueva muestra de su determinación de progresar hacia una verdadera unión política. “La unión económica y monetaria no es suficientemente fuerte. Nuestra generación debe sacar las conclusiones apropiadas y completar la unión política. Es un trabajo hercúleo, pero Europa puede salir más sólida de la crisis”, afirmó la canciller alemana, quien subrayó la necesidad de que Alemania y Francia trabajen mano a mano: “Unidos, podemos afrontar todos los desafíos”.

Como hiciera el presidente francés, Merkel consideró que la pareja franco-alemana es “ineludible” en Europa, por más que no pretenda ser “exclusiva”. “Invitamos a todos a seguirnos en la construcción de Europa”, afirmó de forma harto expresiva.

La canciller alemana, que asumió públicamente la responsabilidad de Alemania en el Holocausto y en el sufrimiento de Francia bajo la ocupación nazi, valoró el gesto histórico de Adenauer y De Gaulle al apostar por la reconciliación y la esperanza, y consideró un deber seguir avanzando por el camino trazado hace cincuenta años. Merkel acabó, en francés, con un “¡Viva la amistad franco-alemana!”.

El acto de ayer en la simbólica ciudad de Reims, víctima de la destrucción durante la Primera Guerra Mundial y escenario de la capitulación del III Reich el 7 de mayo de 1945, abre todo un año de conmemoraciones para celebrar la reconciliación entre Fracia y Alemania. Conferencias, coloquios y exposiciones jalonarán este año, en el que se conmemorará asimismo, en septiembre, el histórico discurso de De Gaulle a la juventud alemana en Ludwigsburg y la firma, el 22 de enero, del Tratado del Elíseo. Esta fecha dará pie a un nuevo encuentro entre Merkel y Hollande en Berlín, así como de los parlamentos de ambos países.


Tumbas alemanas profanadas

La conmemoración de la amistad franco-alemana se vio empañada por la profanación de una cuarentena de tumbas de soldados alemanes de la Primera Guerra Mundial en el cementerio militar de Saint-Etienne-à-Arnes (Ardenas), a 37 kilómetros de Reims. El camposanto cuenta con 12.000 sepulturas. Los vándalos arrancaron cruces y utilizaron algunas de ellas para hacer un fuego, sin que se sepa a ciencia cierta si detrás de su acción había una motivación política. Los gamberros no dejaron ninguna inscripción o pintada, pero sí numerosas botellas vacías de cerveza y alcohol. “Ninguna fuerza oscura, y aún menos la necedad que a menudo le presta su concurso, podrá alterar el movimiento profundo de la amistad franco-alemana”, afirmó en Reims el presidente francés, François Hollande.




domingo, 8 de julio de 2012

La justicia espera a la puerta del Elíseo

Cuando los franceses decapitaron a Luis XVI en 1793 acabaron, por la vía de la ley y de los hechos, con la sagrada regla de la inviolabilidad del rey. El principio revolucionario de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley alcanza hoy con toda naturalidad a las máximas magistraturas del Estado. Incluido el presidente de la República, quien goza sin embargo de un periodo de carencia...

El reciente registro judicial del domicilio y el despacho del ex presidente Nicolas Sarkozy, en el marco del caso Bettencourt, un mes y medio después de abandonar el Elíseo, ha vuelto a poner de actualidad el particular estatuto penal del jefe del Estado francés, cuyas disfunciones quedaron en evidencia con la condena de Jacques Chirac en 2011.

Si la Constitución de 1958, que instauró la V República, convirtió al presidente en una suerte de “monarca electivo”, le confirió también una especie de “inviolabilidad real” durante el ejercicio de su cargo. Durante su mandato, el jefe del Estado francés goza de una inmunidad temporal casi absoluta: el artículo 67 establece que el presidente “no es responsable” de los actos ejecutados en calidad de tal. Con dos reservas: que sea encausado por el Tribunal Penal Internacional o que, en caso de faltar a sus deberes, sea destituido por las dos cámaras del Parlamento constituidas en Alto Tribunal de Justicia.

Hasta la reforma constitucional de 2007, la única acusación de la que el presidente de la República debía responder era la de “alta traición”. Éste fue, precisamente, el principal cargo que se presentó en 1945 contra el mariscal Pétain, acusado de colaboracionismo. Philippe Pétain fue condenado a muerte, pero el general De Gaulle conmutó la pena por la de cadena perpetua.

Pétain era el único antecedente de un presidente condenado por la justicia hasta que, en 2011, el ex presidente Jacques Chirac fue condenado a dos años de prisión –con suspensión condicional de la pena– por los delitos de malversación de fondos públicos, abuso de confianza y prevaricación en el asunto de los empleos ficticios de la alcaldía de París. Un caso de financiación irregular del partido gaullista –el Reagrupamiento por la República (RPR), antecedente de la actual Unión por un Movimiento Popular (UMP)– durante la época en que Chirac era presidente del partido y alcalde de París.

Los hechos se remontaban a la primera mitad de los años noventa, pero cuando la justicia quiso actuar contra él –en 1999–, chocó contra el muro de la inviolabilidad presidencial. Si el jefe del Estado está protegido de su actuación como tal, también lo está –ni que sea temporalmente– respecto a los delitos que haya podido cometer con anterioridad o al margen de su función política. Durante su mandato, el presidente de la República no puede ser objeto de ninguna información o instrucción judicial, no puede ser perseguido por ninguna autoridad judicial o administrativa, y ni siquiera ser llamado a testificar.

No es el caso del primer ministro y de los miembros del Gobierno, que durante el ejercicio de su función pueden ser encausados y juzgados por el Tribunal de Justicia de la República, integrado por parlamentarios y jueces.

La inmunidad del presidente, discutida por algunos, no dura siempre. Al igual que el encantamiento de Cenicienta se acababa a medianoche, la protección especial del jefe del Estado se termina justo un mes después de abandonar el Elíseo. Los jueces del caso Bettencourt –otro asunto de presunta financiación irregular– han esperado a ese momento para investigar a Sarkozy. Lo mismo que los instructores de los empleos ficticios de la alcaldía de París hicieron con Chirac. En este caso, la justicia se impuso al final, con doce años de retraso. Para muchos, demasiado tarde.


Divorcio por acuerdo forzoso

La inmunidad temporal del presidente francés, que impide toda acción judicial que le afecte directa o indirectamente, abarca a absolutamente todos los ámbitos. Incuido el Derecho matrimonial... Un presidente de la República casado –lo que no es el caso del actual, François Hollande– sólo puede divorciarse si es de común acuerdo pues el otro cónyuge está temporalmente incapacitado para presetar una demanda de divorcio en su contra: los jueces no tendrían más remedio que archivarla. Si Nicolas Sarkozy se divorció de su segunda esposa, Cécilia Ciganer-Albeniz, en 2007 fue porque el divorcio se realizó de común acuerdo. Si el presidente no puede ser objeto de ninguna acción judicial, el Tribunal de Casación le ha reconocido hace poco su legitimidad, como víctima, para presentar denuncia y actuar como parte civil en un proceso.




sábado, 7 de julio de 2012

El diablo y la burguesita

Al diablo, en el fondo, le encanta su propia imagen. Desprovisto de tridente, de cuernos y de rabo, tiene dificultades para reconocerse. Para gustarse. A Jean-Marie Le Pen, de 84 años, el sulfuroso fundador del Frente Nacional (FN), la ingente empresa de su hija Marine, presidenta del partido desde enero de 2011, para lavarle la cara a la principal fuerza política de la extrema derecha francesa, para hacerla aceptable y frecuentable, le parece un esfuerzo vano y peligroso. El objetivo de desdiabolizar al FN, casi una traición.

Jean-Marie Le Pen ha dado rienda suelta a su disgusto por todo ello en una entrevista publicada ayer por el diario The Times en la que no duda en denigrar a su hija bajo el envoltorio de un dudoso elogio. “Yo soy un hombre del pueblo, vengo de una familia de campesinos y de pescadores (...) Yo he sido oficial en un regimiento de paracaidistas, he tenido una vida viril. Mi hija, diga lo que diga, es una burguesita”, afirma el patriarca, quien tiene una responsabilidad fundamental en tal aburguesamiento.

Hijo, efectivamente, de un pescador bretón y de una costurera –descendiente de agricultores–, Jean-Marie Le Pen procede de una familia relativamente modesta –lo que no le impidió estudiar Derecho–, perteneciente a esas clases populares a las que el FN tienta con su verbo radical y sus recetas fáciles. Pero su suerte cambió en 1976 cuando el industrial Hubert Lambert, en un oscuro episodio, murió dejándole como único heredero de su fortuna, en la que se incluía una mansión en Saint-Cloud (periferia de París) Es aquí, en un pequeño château, donde creció y aún vive Marine Le Pen, quien sin embargo –hija del diablo, a fin de cuentas– nunca ha logrado hacerse aceptar por las familias bien del lugar.

En la entrevista, el fundador del Frente Nacional hace un amago de quejarse de la fama de ogro que le acompaña. “Mi imagen de diablo se ha impuesto de forma metódica y con tenacidad en el mundo político francés. Mi reputación de antisemita ha sido creada artificialmente”, afirma el líder ultraderechista, quien constata sin disgusto que la élite parisiense, a la que desprecia, le considera “grosero” e “inquietante”.

Todo lo contrario de su hija, que a su juicio ha sido mucho mejor aceptada debido a su “buena educación” y al hecho de “ser mujer”. Claro que la actual presidenta del FN también se lo ha trabajado, como reconoce entre reproches su padre: “La estrategia de Marine es suministrar a nuestros adversarios los menos ángulos de ataque posibles. Por ejemplo –prosigue–, todos esos valientes y dinámicos militantes que se habían hecho notar por llevar la cabeza rapada han sido apartados”.

Los skins no se corresponden precisamente con la imagen de partido serio y republicano con la que Marine Le Pen quiere barnizar al viejo FN, hasta el punto de plantearse un futuro cambio de nombre que irrita sobre manera a su padre. La nueva líder del Frente Nacional ha suavizado las aristas del discurso de la extrema derecha, en el que ha introducido un contenido social antaño ausente, enterrando el liberalismo económico de su padre y sustituyéndolo por un estatismo de raíces gaullistas. Sin renunciar por ello a los caballos de batalla de la inmigracón extranjera y Europa.

Pero mientras Marine Le Pen intenta disimular su discurso anti-islámico bajo la defensa de la laicidad, su padre no se anda con paños calientes. Y en The Times, acusa a los magrebíes de ser responsables de la mayor parte de los delitos cometidos en Francia y de querer imponer la Charia.


Fillon, mejor opositor que Le Pen

El ex primer ministro François Fillon, aspirante a la presidencia de la UMP en sustitución de Nicolas Sarkozy, es el políticó que mejor encarna la oposición al poder socialista. Según un sondeo de TNS-Sofres, Fillon (con un 29% de respaldo) adelanta a Marine Le Pen (23%), Alain Juppé (16%) y Jean-François Copé (12%)





viernes, 6 de julio de 2012

Encadenamiento fatal

Un encadenamiento fatal de fallos técnicos y errores humanos arrastró, el 1 de junio del 2009, al vuelo AF447 de Air France entre Río de Janeiro y París al fondo del Atlántico, acabando con la vida de las 228 personas –216 pasajeros y 12 tripulantes– que viajaban en el avión. Ninguno de los ocupantes sobrevivió al brutal impacto del aparato –un Airbus A-330– contra el muro negro del océano, tras un vertiginoso descenso a 200 kilómetros por hora. En plena noche, en medio de fuertes turbulencias, con los motores del avión a toda potencia y el morro levantado, dirigido hacia un cielo que se escapaba, nadie se dio cuenta a ciencia cierta de lo que estaba sucediendo. Ni siquiera los propios pilotos. La tragedia se desencadenó a las 2.10h de la madrugada y todo se decidió en sólo cuatro minutos.

El informe definitivo de la investigación, presentado ayer en el Museo del Aire y del Espacio, en el aeropuerto de Le Bourget (al norte de París), por el Bureau d’Enquêtes et d’Analyses (BEA), confirma que el factor desencadenante del accidente fue el fallo simultáneo de las tres sondas Pitot que sirven para medir la velocidad del avión. Obturadas por la escarcha, la inutilización temporal de las sondas provocó la desconexión del piloto automático y otros automatismos. Los fallos de este modelo de sondas (marca Thales) ya habían sido detectados en 2008 y Air France acababa de empezar a sustituir las sondas en su flota. Demasiado tarde.

El fallo de las sondas por sí solo, sin embargo, no causó el accidente. Éste sobrevino por la forma equivocada en que los dos copilotos que estaban en aquel momento a los mandos –el comandante se había retirado a descansar– afrontaron el problema. El primer copiloto, sin comprender exactamente cuál era el verdadero origen de la disfunción, no aplicó el procedimiento previsto. Ganó altura y en unos segundos perdió el control de la trayectoria del avión. “Sus acciones fueron bruscas y excesivas, inadaptadas a un vuelo de gran altitud”, señaló ayer el director de la investigación, Alain Bouillard. Menos de medio minuto después, el aparato perdió sustentación y se disparó la alarma (stall). La incomprensión fue en aumento: “La tripulación nunca comprendió que caía y en consecuencia nunca aplicó una maniobra de recuperación”, indica el informe del BEA.

Para recuperar el avión, los pilotos deberían haber hecho un picado. Pero hicieron todo lo contrario. Los investigadores apuntan la posibilidad de que el copiloto a los mandos, desconcertado, se aferrara a las indicaciones erróneas de los Directores de Vuelo (DV), un sistema de navegación que en caso de emergencia debe ser desconectado precisamente para evitar confusiones. Los pilotos, desbordados por una multitud de mensajes y alarmas, quizá ni siquera oyeron la alerta –exclusivamente sonora– de pérdida de sustentación. Entre sus 25 nuevas recomedaciones de seguridad –que se añaden a las otras 16 ya expuestas con anterioridad– el BEA pide mejorar las indicaciones que reciben los pilotos en el cockpit. Y también su formación y entrenamiento, que a su juicio no les prepara para afrontar situaciones extremas.

“Las condiciones en las que los pilotos de línea son formados y el proceso de mantenimiento de competencias no genera los comportamientos esperados con una fiabilidad aceptable”, concluye. No es que los pilotos del AF447 fueran negligentes. Lo mismo podía haberles pasado a otros.


Investigación judicial paralela

El director del BEA, Jean-Paul Troadec, subrayó ayer que el informe de este organismo –de carácter estatal– sólo busca mejorar las condiciones de seguridad, no es su función establecer responsabilidades ni señalar culpables. “Ha habido acusaciones injustas contra los investigadores del BEA”, se quejó, aludiendo a las críticas de algunos familiares de las víctimas, que les acusan de exculpar a Airbus y Air France. El fabricante y la compañía aérea están imputadas por homicicio involuntario en la causa que se sigue paralelamente por la vía judicial. El informe del BEA no es al final tan diferente del informe de los peritos judiciales sobre las causas del accidente.








Recaudación urgente

El ahorro –y los recortes– deberán esperar. Lo primero a lo que el nuevo presidente francés, François Hollande, va a recurrir para colmatar el déficit será el aumento de los impuestos. El Gobierno francés, tal como había anunciado la víspera en el Parlamento el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, aprobó ayer una nueva vuelta de tuerca en materia fiscal que obligará a los contribuyentes a rascarse el bolsillo y pagar este año 7.200 millones de euros adicionales a las arcas públicas. Frente a esto, el Estado recortará sólo 1.500 millones.

“El esfuerzo inmediato se centra más en los ingresos, mientras que los esfuerzos en el gasto se desplegarán durante la totallidad del mandato”, admitió el ministor de Economía, Pierre Moscovici. Las primeras medidas de recorte deberían empezar a aparecer en el proyecto del Presupuesto para 2013, que debe ser examinado y aprobado en otoño. Y los primeros afectados serán probablemente los funcionarios, a quienes la ministra de la Función Pública, Marylise Lebranchu, avanzó ayer una etapa de “rigor”.

Mientras tanto, el grueso del esfuerzo será de naturaleza fiscal y recaerá en las grandes empresas y las clases pudientes, prácticamente a partes iguales. Pero no únicamente. También los trabajadores, en contra de lo que se ha pretendido, se verán afectados.

Las principales medidas incluidas en la Ley de Finanzas rectificativa, en lo que a las empresas incumbe, son la instauración de una tasa sobre los dividendos del 3% –para aquellas sociedades con más de 250 millones de euros de cifra de negocios anual– y otra tasa excepcional del 4% sobre los stocks de productos petrolíferos, mientras que los bancos y entidades financieras verán doblada la actual tasa sobre el riesgo sistémico y la tasa sobre la compra de acciones. Las empresas perderán asimismo la rebaja de las cotizaciones sociales patronales prevista en la reforma de Nicolas Sarkozy, que pensaba compensarla con un aumento del IVA a partir del 1 de octubre. Esta simbólica reforma, que buscaba reducir los costes laborales para mejorar la competitividad de las empresas, ha sido anulada.

Otra abrogación sonada es la de la no menos simbólica exoneración fiscal de las horas extras, con la cual Sarkozy quiso desactivar la semana laboral de 35 horas. La supresión de esta exoneración –para aquellas empresas de más de 20 empleados– permitirá al Estado recuperar 980 millones. Pero en este caso los perjudicados no serán sólo las empresas, sino también los asalariados.

Por lo que respecta a las familias, la principal medida por la cuantía que reportará –2.300 millones– es la contrarreforma del Impuesto sobre la Fortuna (ISF), cuyos contribuyentes deberán hacer una contribución extraordinaria este mismo año. Las condiciones del Impuesto de Sucesiones se endurecen asimismo para las rentas altas, de forma que la proporción de herencias exoneradas se rebajará del 92% al 88%.
La UMP ha criticado severamente las medidas del Gobierno –especialmente por la falta de un decidido programa de recorte del gasto público– y ha vaticinado una “catástrofe económica”.


Nada de interés ‘chez Sarkozy’

El registro judicial del domicilio personal de Nicolas Sarkozy, un hôtel particulier alquilado por su esposa, Carla Bruni, en el distrito XVI de París, y de su despacho oficial en el distrito VIII no permitieron hallar nada de interés. El juez de Burdeos Jean-Michel Gentil, instructor del caso Bettencourt, acompañado por una decena de policías de la brigada financiera, buscaba algún documento relacionado con la posible financiación ilegal de la campaña electoral de Sarkozy en 2007 por parte de la principal accionista del grupo L’Oréal, Liliane Bettencourt. Pero los investigadores no se llevaron nada. Tampoco del bufete de abogados del que Sarkozy es socio, aunque no ejerce desde hace una década. Un total de 11 personas están imputadas en este caso, pero no el ex presidente francés.







miércoles, 4 de julio de 2012

La justicia, tras la pista de Sarkozy

Mientras Nicolas Sarkozy, su esposa, Carla Bruni, y su hija menor, Giulia, empezaban unos días de vacaciones en Canadá, el juez de Burdeos Jean-Michel Gentil y una decena de agentes de la brigada financiera de la Policía Judicial entraron en su domicilio, un hôtel particulier situado en la exclusiva zona residencial de Villa Montmorency –en el distrito XVI de París–, en busca de documentos relacionados con el caso Bettencourt. El registro, realizado ayer por la mañana, se extendió también al nuevo despacho que Sarkozy, en tanto que ex presidente de la República, tiene en la calle de Miromesnil –distrito VIII–, a dos pasos del Elíseo. Según Le Monde, también fue registrado el bufete que Sarkozy comparte con el abogado Arnaud Claude, en el distrito XVII.

La justicia no ha tardado ni un mes desde que Sarkozy perdiera la inmunidad penal que le protegía en tanto que jefe del Estado –el pasado 16 de junio, justo un mes después de abandonar la presidencia– para seguirle la pista. El juez instructor del caso Bettencourt sospecha que Sarkozy podría estar implicado en un caso de financiación irregular, al haberse presuntamente beneficiado en 2007 de fondos ilegales para su campaña electoral de parte de la heredera y principal accionista del grupo de cosméticos L’Oréal, Liliane Bettencourt, de 89 años. Por el momento, no hay ningún cargo contra Sarkozy, que no está imputado. Pero no está descartado que pueda ser llamado a declarar como testigo.

El juez Gentil comunicó por teléfono a Sarkozy el registro inminente de su domicilio a las 6h30 de la mañana –la 1h30 en Canadá–, cuando se encontraba ya de hecho frente a la puerta de la casa, según informó el canal de televisión LCI. El abogado del ex presidente francés, Thierry Herzog, confirmó el registro pero vaticinó su inutilidad: “Estos registros, cuando habían sido enviados a este magistrado hace quince días todos los elementos necesarios, se revelarán actos inútiles”, afirmó el letrado en un comunicado.

El juez está interesado en comprobar si dos retiradas de dinero –de 400.000 euros cada una– efectuadas en la cuenta de Bettencourt en febrero y abril de 2007 fueron a parar a manos del equipo de campaña de Sarkozy. Algunos ex empleados de la multimillonaria sostienen que el entonces candidato al Elíseo visitó varais veces la mansión familiar de los Bettencourt, en Neuilly-sur-Seine, para recibir dinero.

Nicolas Sarkozy lo niega. Y para demostrar que no tiene nada que esconder, remitió hace quince días al juez una copia de su agenda de 2007, en la que aparece una única reunión –el 24 de febrero, a mediodía– con el marido de Liliane Bettencourt, André Bettencourt, fallecido a finales de ese año. El abogado del ex presidente facilitó asimismo ayer al juez la identidad de los agentes de policía encargados de la seguridad de Sarkozy en la época para que puedan testificar sobre la veracidad de este encuentro.

El juez cuenta asimismo con el testimonio de la ex contable de Bettencourt, Claire Thibout, quien sostiene que a principios de 2007 se entregaron 150.000 euros al entonces tesorero de la campaña de Sarkozy, Eric Woerth. El ex ministro de Trabajo, cuya mujer trabajaba en la sociedad que administraba la fortuna de la propietaria de L’Oréal, está procesado por este caso y su implicación le costó abandonar el Gobierno en noviembre de 2010.

El caso salió a la luz pública como consecuencia de la guerra familiar que ha enfrentado a Liliane Bettencourt y su hija, Françoise Bettencourt-Meyers, que acusó al entorno más cercano de su madre de aprovecharse de su estado de senilidad para sacarle el dinero. Fue a raíz de la difusión de unas grabaciones de conversaciones privadas realizadas por el antiguo mayordomo que se destapó la existencia de un presunto caso de financiación ilegal.

Éste es el único caso judicial en el que Nicolas Sarkozy aparece citdo en el sumario, aunque hay otro asunto –también de financiación ilegal– que amenaza con salpicarle. Se trata del llamad caso Karachi, en el que se investiga si la venta de tres submarinos franceses Augusta a Pakistán en 1994 dio lugar al pago de comisiones ilegales, una parte de las cuales podría haber regresado subrepticiamente a Francia en forma de “retrocomisiones” para financiar la campaña del entonces primer ministro Édouard Balladur, candidato al Elíseo en las elecciones de 1995. Sarkozy era el portavoz de su equipo de campaña, dos de cuyos miembros –amigos del ex presidente francés– han sido procesados.

Sarkozy es el segundo presidente de la V República en el que se interesa la justicia una vez abandonado el cargo. Su antecesor, Jacques Chirac, fue condenado el pasado mes de diciembre por los delitos de malversación de fondos públicos, abuso de confianza y prevaricación en el caso de los empleos ficticios de la alcaldía de París, y sentenciado a dos años de cárcel con suspensión condicional de la pena.


Imputada la juez instructora

La juez de Nanterre Isabelle Prévost-Desprez, la primera que instruyó el caso Bettencourt antes de que el sumario fuera trasladado a Burdeos, ha sido formalmente imputada por vulneración del secreto de instrucción en este mismo caso. Prévost-Desprez es acusada de haber filtrado información al diario Le Monde.