jueves, 7 de abril de 2011

El túnel subterráneo de la 'Françafrique'

Un túnel subterráneo. En él se resume simbólicamente toda la particular y oscura significación de la Françafrique, esa tela de araña de relaciones e intereses, algunos evidentes y muchos otros ocultos, que une a Francia con sus antiguas colonias africanas. El túnel en cuestión, antaño secreto, comunica directamente el palacio del presidente de Costa de Marfil con la residencia del embajador de Francia, situada casi pared contra pared (o jardín con jardín), en el acomodado barrio de Cocody, en Abiyán, la capital económica del país. Lo mandó construir el primer presidente de la independencia, Félix Houphonët-Boigny, jefe del Estado entre 1960 y 1993, a modo de cordón umbilical con la antigua metrópoli. Ex diputado en la Asamblea Nacional francesa y ex ministro con el jefe de Gobierno socialista Guy Mollet durante la IV República, el padre de la independencia ivoriana era un fervoroso profrancés. Su sucesor, Henri Bédié (1993-1999), mucho más tibio, decidió cerrar este curioso canal que lo ligaba a la época colonial y ordenó tapiar el túnel. Así había permanecido hasta esta semana... Acogotado por las tropas de su rival, Alassane Ouattara, en el palacio presidencial, Laurent Gbagbo, decidió derribar el tabique y reabrir el túnel. A través de él se coló al martes su ministro de Exteriores, Alcide Djedje, para negociar con el embajador francés, Jean-Marc Simon, un alto el fuego. El túnel puede acabar siendo la última vía de escape del presidente caído. 

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