domingo, 27 de julio de 2014

Coches con piloto automático

Un día no muy lejano, los coches buscarán una plaza de aparcamiento solos, estacionarán solos y luego vendrán a buscarnos a casa o a la oficina solos… Parece todavía ciencia ficción, pero ya hay quien piensa –y trabaja- en ello. Si en algo está todo el mundo de acuerdo, es en que el futuro del automóvil pasa por dos vectores: la reducción y eliminación total de la emisión de gases contaminantes, por un lado, y la automatización de la conducción, por otro.

“La gente pasa una media de dos horas al día en el coche, sin poder hacer nada más, lo que teniendo en cuenta que el día dispone de 17 horas útiles es enorme. La gente quiere más tiempo disponible y más agradable, y el coche autónomo –y conectado- podrá proporcionárselo, además de evitar el riesgo de accidentes”, explicaba recientemente, durante un almuerzo con corresponsales europeos en París, el presidente de Renault y Nissan, Carlos Ghosn. “Un coche autónomo no vulnera el código de circulación, no ingiere alcohol, no se duerme al volante…”, añadía.

En la preparación de este futuro, los grandes grupos automovilísticos mundiales se apoyan fundamentalmente en los fabricantes de equipos especializados. Y entre ellos destaca el grupos francés Valeo. Poco conocido del gran público, es sin embargo uno de los principales actores de la industria del automóvil. Recientemente reincorporado al club CAC-40, que agrupa a los cuarenta principales valores bursátiles en la Bolsa de París-Euronext, gracias a una valorización de 8.200 millones de euros, Valeo es un gigante que emplea a 74.800 personas en 187 centros de producción, investigación, desarrollo y distribución repartidos por 29 países, entre ellos España. Sus principales clientes están en Alemania (30%), Japón (27%) y Francia (16%)

“En Valeo tenemos trabajando a 10.000 ingenieros y cada año reclutamos a un millar”, se enorgullece Guillaume Devauchelle, director de Innovación del grupo, que destina a investigación y desarrollo algo más del 5% de su cifra de negocios, que el año pasado alcanzó los 12.110 millones de euros. Desde el 2013 convoca un concurso internacional anual (ver información adjunta) para captar las ideas y equipos más innovadores.

El advenimiento del coche autónomo no se producirá en un día, subraya Devauchelle, sino poco a poco, a medida que las diferentes innovaciones sean asumidas y digeridas por la industria, las autoridades y los conductores. El aparcamiento semiautomático, la adaptación automática de la velocidad a la del vehículo que circula por delante, el sistema de alerta en caso de cambio de carril imprevisto –no señalizado por el intermitente o porque el conductor se ha dormido-, la automatización del encendido y profundidad de los faros… son novedades que preparan el camino. “El proceso se hará por etapas, pero en diez años tendremos el coche autónomo”, vaticina.

Cuando llegue, el coche autónomo permitirá avanzar de forma segura en medio de un embotellamiento sin tocar el volante ni los pedales, olvidándose del tráfico, mientras uno navega por Internet, consulta los mails o lee -¿por qué no?- un libro. El automóvil seguirá la corriente como si tuviera un piloto automático. “En un atasco, o cuando la conducción carece de interés, la gente quiere hacer otras cosas”, constata Devauchelle.

Eso no será posible, naturalmente, en todo lugar y circunstancia. “La automatización total de un itinerario es complicada”, admite el director de Innovación de Valeo. Eso será posible en la ciudad, a baja velocidad y en vías segregadas, sin cruces, ni semáforos, ni peatones, ni vehículos que circulen en sentido contrario…

En este camino, una de las primeras etapas fue franqueada por Valeo en el 2011, cuando desarrolló el aparcamiento automático, de forma que el coche realiza la maniobra de estacionamiento completamente solo, sin necesidad de que el conductor se encuentre en el interior. A finales del 2013 dieron otro salto, al presentar un sistema que permite al automóvil, situado a la entrada de un parking cerrado, buscar solo una plaza libre y aparcar en ella.

“Dentro de unos años, el coche podrá venir a buscarnos al despacho, no hará falta tenerlo aparcado abajo, -¡eso cambiará el urbanismo!- y todos los coches podrán arrancar a la vez en un semáforo, evitando los atascos en acordeón…”, se entusiasma Devauchelle, quien subraya que lo importante para avanzar en este proceso es la “fusión de los datos” proporcionados por las cámaras, captores de ultrasonidos y escáneres colocados a bordo. “A la larga –añade-, el coche aprenderá a medida que circule los hábitos y los trayectos del conductor”. Mientras le deje la capacidad de decisión…


El Valeo Innovation Challenge 

Valeo ha lanzado este año un concurso inédito, bautizado con el nombre de Valeo Innovation Challenge y con vocación anual, para captar nuevos valores y nuevas ideas para el automóvil del futuro entre los estudiantes de ingeniería –a partir de 17 o 18 años de edad- del todo el mundo. Un total de 1.412 estudiantes de 455 universidades de 55 países, encuadrados en 969 equipos presentaron sus proyectos, de los que el pasado mes de abril fueron seleccionados veinte finalistas. Los proyectos presentados son muy variados, pero marcan las diferentes preocupaciones que existen en cada continente. Así, en los países emergentes prima la seguridad, mientras que en Europa son temas como la conducción intuitiva y nuevas funcionalidades. Entre los seleccionados hay un equipo de la Escuela de Ingeniería de Zaragoza. Los finalistas han recibido 5.000 euros cada uno para que transformen su proyecto en un prototipo funcional. A mediados de septiembre, los seis mejoras tendrán la oportunidad de presentar sus proyectos ante un jurado internacional en el marco del Salón del Automóvil de París, en octubre. El 17 de ese mes se dará a conocer el ganador, que se llevará 100.000 euros. Los que queden en segundo y tercer lugar, recibirán a su vez 10.000 euros cada uno. Y, quién sabe, quizá alguno acabe con un contrato en el bolsillo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario