jueves, 12 de enero de 2012

El último driblaje de Eric Cantona

Eric Cantona, King Eric, va camino de instalarse de forma permanente en el papel de aguijón de la sociedad francesa, una suerte de Pepito Grillo, radical y simpáticamente malcarado, defensor del pueblo. Después de haber hecho un llamamiento a los franceses a finales de 2010 a retirar su dinero de los bancos en protesta por su papel en la crisis financiera –cosa que finalmente casi nadie hizo, empezando por el propio ex futbolista–, la antigua estrella del Manchester United amagó ayer con presentar su candidatura al Elíseo con el fin de agitar el debate sobre el problema de la vivienda en Francia. Su golpe de efecto dio en la diana, al obligar a los partidos a pronunciarse y prometer abordar el problema. Desde la UMP al PS, todos se apresuraron a darle la razón.

Quien, en cambio, no parece tener ninguna intención de apresurarse a desvelar sus verdaderas intenciones es el propio Cantona, cuya candidatura es totalmente incierta. A través del diario Libération, el ex futbolista, que se presenta a sí mismo como “ciudadano comprometido”, anunció ayer su intención de solicitar las 500 firmas de cargos electos necesarias para presentar su candidatura, aunque dando a entender que no tiene intención de optar realmente a la presidencia de la República. En la carta enviada a los cargos electos no expresa en ningún momento su intención de formalizarla. Tampoco lo contrario.

El paso dado por Cantona no es, en realidad, una iniciativa personal, sino una idea de la Fundación Abbé Pierre, una asociación humanitaria especializada en ayudar a las personas sin techo o con problemas de vivienda. Así lo admitió públicamente el delegado adjunto de la organización, Christophe Robert, quien enmarcó la pseudo-candidatura del ex futbolista en la campaña de recogida de firmas lanzada por la fundación para sensibilizar a los poderes públicos sobre el problema de la vivienda. De hecho, la web www.ericantona.fr conduce a la de esta campaña, con la que se persigue arrancar compromisos concretos de las fuerzas políticas en este terreno: desde construir 500.000 nuevas viviendas –de las cuales 150.000 sociales– a regular los alquileres y los precios inmobiliarios, entre otros.

Como hiciera en 2006 el actor Augustin Legrand –alma de la organización Los Hijos de Don Quijote–, con sus acampadas de personas sin techo junto al Canal de Saint Martin, Eric Cantona ha conseguido con su gesto reabrir el debate sobre el problema de la vivienda. Pero, ¿lo llevará hasta el final¿ ¿formalizará su candidatura, como hiciera en 1981 el humorista Coluche, para hacer oir su voz durante la campaña? ¿O quedará en una mera amenaza?

Todo indica que la intención de Cantona y los responsables de la Fundación Abbé Pierre es forzar a los aspirantes al Elíseo a asumir por escrito una serie de compromisos en materia de vivienda, una suerte de contrato como el que el periodista de televisión Nicolas Hulot –popular presentador de programas sobre la naturaleza– impuso a todos los contendientes de 2007 en materia de protección del medio ambiente. La presentación del informe anual de la Fundación Abbé Pierre el próximo 1 de febrero en París puede ser el momento para formalizar ese compromiso.

Nacido en Marsella hace 45 años, Eric Cantona se inició en el fútbol en Francia, pero fue en el Reino Unido donde se convirtió en una estrella en la primera mitad de los años noventa (los aficionados del Manchester le eligieron como el mejor jugador de la historia del club). Impetuoso e imprevisible, Cantona destacó por su innegable talento con el balón, pero también por su actitud provocadora e incluso violenta. Retirado en 1997 y casado con la actriz y realizadora Rachida Brakni, el ex jugador inició entonces una segunda carrera como actor de cine y de teatro. En la actualidad está de gira con la obra “Ubú encadenado”. Su popularida le ha llevado a protagonizar numerosos anuncios de publicidad, desde coches a maquinillas de afeitar, pasando por juegos de azar por internet. No todo se ha de hacer por filantropía...

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