El hallazgo de
restos de ADN de las dos mujeres desaparecidas en Perpiñán el pasado 14 de
julio, Marie Benítez (53 años) y su hija Allison (19 años), parece confirmar la
pista criminal y apunta al padre de familia, el legionario de origen español
Francisco Benítez –que se suicidó el 5 de agosto–, como presunto autor del
crimen. La policía científica, con la colaboración de expertos en biología
molecular, ha conseguido recuperar e identificar trazos de ADN de Allison en un
congelador del domicilio del legionario, que según el canal de televisión
France 3 habría sido lavado a fondo –a fondo, pero no suficientemente– por el
sospechoso tras la desaparición de su esposa y de su hija.
Los investigadores han hallado asimismo restos de ADN de
ambas mujeres en una lavadora del cuartel de la Legión Extranjera de Perpiñán,
donde Benítez (de 50 años) estaba destinado y donde se quitó la vida, y
analizan asimismo una alfombra que al parecer también fue lavada.
Madre e hija dieron sus últimas señales de vida el 14 de
julio, día en que abandonaron el apartamento de
Francisco Benítez tras haber
mantenido una fuerte discusión en relación con el proceso de divorcio en el que
ambos cónyuges estaban embarcados. Un mensaje de texto por teléfono móvil,
hacia las cinco de la tarde, fue el último signo. Después, sólo el silencio.
Allison, que aspiraba a conseguir el título de Miss Languedoc-Rosellón, debía
presentarse al día siguiente a una reunión preparatoria del concurso de
belleza, que era su gran sueño. Pero nunca se presentó.
Francisco Benítez, que denunció la desaparición de su mujer
y de su hija una semana después, defendió su inocencia en una grabación de
vídeo y en una carta escrita poco antes de darse la muerte. Pero los indicios
reunidos hasta el momento apuntan más bien en sentido contrario. La hipótesis
de que ambas mujeres hubieran decidido partir al extranjero ha decaído con el
hallazgo de sus dos pasaportes en su domicilio.
El caso de Perpiñán ha reabierto el de otra extraña
desaparición ocurrida en Nîmes en el 2004 y en el que el legionario de Perpiñán
podría estar asimismo implicado. Simone de Oliveira Alvez, de una treintena de
años y de origen brasileño, mantenía una relación sentimental con Benítez
cuando el 29 de noviembre desapareció sin dejar rastro, sin motivo aparente, de
un día para el otro, abandonando supuestamente a sus cuatro hijos. La fiscalía
ha relanzado el caso.
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