martes, 27 de agosto de 2013

El ADN traicionó al legionario

El hallazgo de restos de ADN de las dos mujeres desaparecidas en Perpiñán el pasado 14 de julio, Marie Benítez (53 años) y su hija Allison (19 años), parece confirmar la pista criminal y apunta al padre de familia, el legionario de origen español Francisco Benítez –que se suicidó el 5 de agosto–, como presunto autor del crimen. La policía científica, con la colaboración de expertos en biología molecular, ha conseguido recuperar e identificar trazos de ADN de Allison en un congelador del domicilio del legionario, que según el canal de televisión France 3 habría sido lavado a fondo –a fondo, pero no suficientemente– por el sospechoso tras la desaparición de su esposa y de su hija.

Los investigadores han hallado asimismo restos de ADN de ambas mujeres en una lavadora del cuartel de la Legión Extranjera de Perpiñán, donde Benítez (de 50 años) estaba destinado y donde se quitó la vida, y analizan asimismo una alfombra que al parecer también fue lavada.
Madre e hija dieron sus últimas señales de vida el 14 de julio, día en que abandonaron el apartamento de 

Francisco Benítez tras haber mantenido una fuerte discusión en relación con el proceso de divorcio en el que ambos cónyuges estaban embarcados. Un mensaje de texto por teléfono móvil, hacia las cinco de la tarde, fue el último signo. Después, sólo el silencio. Allison, que aspiraba a conseguir el título de Miss Languedoc-Rosellón, debía presentarse al día siguiente a una reunión preparatoria del concurso de belleza, que era su gran sueño. Pero nunca se presentó.

Francisco Benítez, que denunció la desaparición de su mujer y de su hija una semana después, defendió su inocencia en una grabación de vídeo y en una carta escrita poco antes de darse la muerte. Pero los indicios reunidos hasta el momento apuntan más bien en sentido contrario. La hipótesis de que ambas mujeres hubieran decidido partir al extranjero ha decaído con el hallazgo de sus dos pasaportes en su domicilio.

El caso de Perpiñán ha reabierto el de otra extraña desaparición ocurrida en Nîmes en el 2004 y en el que el legionario de Perpiñán podría estar asimismo implicado. Simone de Oliveira Alvez, de una treintena de años y de origen brasileño, mantenía una relación sentimental con Benítez cuando el 29 de noviembre desapareció sin dejar rastro, sin motivo aparente, de un día para el otro, abandonando supuestamente a sus cuatro hijos. La fiscalía ha relanzado el caso.



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