jueves, 24 de febrero de 2011

El portazo de Villepin

Dominique de Villepin va cerrando tras de sí puerta tras puerta en su camino hacia un enfrentamiento fratricida con Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales del 2012. Después de fundar su propia formación política –República Solidaria– en junio del año pasado, el último primer ministro de Jacques Chirac ha anunciado ahora su decisión de abandonar la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el gran partido impulsado por su mentor, en desacuerdo con la línea política de Sarkozy. En esta ruptura por fases, a Villepin sólo le queda dar el último paso: formalizar su candidatura al Eliseo, consumando así definitivamente su venganza sobre quien le ha sentado en el banquillo de los acusados por el caso Clearstream. Las expectativas de voto del ex inquilino de Matignon son harto modestas –los sondeos no le dan más del 5% de intención de voto–, pero dado el estrecho margen en que Sarkozy puede jugarse la reeleción, esa fuga de sufragios en la derecha puede resultarle letal.
“Tengo la sensación de que la UMP se aleja de mis valores”, ha argumentado Villepin durante una visita al Salón de la Agricultura, en París, para justificar su decisión de abandonar el partido. El ex primer ministro había anunciado su decisión un día antes, durante un coloquio en Lyon, aprovechando la pregunta de un estudiante sobre las razones de mantener su doble militancia: “Eso ya debería decirse en pasado, este año no he renovado mi carnet”, afirmó. La secretaria general de República Solidaria, Brigitte Girardin, confirmó oficialmente –por si a alguien aún le cupieran dudas– este abandono.
El momento del anuncio ha sido calculadamente elegido en víspera de la entrevista entre Villepin y Sarkozy en el Elíseo. La cita se enmarca en la ronda de consultas que el presidente está haciendo en relación con la presidencia francesa del G-20, pero en este caso tenía –tiene– una carga simbólica especial, pues se trata del primer encuentro entre ambos desde hace más dos años, con el primer juicio de Clearstream de por medio.
“Yo he pasado página, iré a la cita sin ningún resentimiento”, aseguró Villepin, quien ha anunciado justamente su partida de la UMP para acallar las voces que sugerían la posibilidad de una reconciliación interesada. “Permaneceré insensible a toda danza del vientre. Yo no soy negociable. Yo no soy nadie que se pueda comprar”, había advertido ya en enero. Por si acaso.
Acusado de complicidad en una conspiración para desacreditar mediante una denuncia calumniosa a Nicolas Sarkozy –el denominado caso Clearstream–, Villepin fue juzgado y absuelto en primera instancia en enero del 2010. Pero un recurso de apelación presentado por el fiscal –a quien Villepin acusó de actuar por orden del Elíseo– obligará al ex primer ministro a sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados el próximo mes de mayo.
Enfrentado personalmente –más incluso que políticamente– a Sarkozy, Villepin arremete sistemáticamente con duras críticas contra su hasta ahora compañero de partido. La última fue la semana pasada, durante una conferencia de prensa en la que censuró la actual política exterior francesa y deploró el debate sobre el islam que quiere abrir el presidente.

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